El «espía» de CiU negoció con Método 3 el acceso a cuentas semiopacas en el Caribe

Según varios correos electrónicos a los que ha tenido acceso ABC, la relación entre Martorell y Marco llegó hasta el punto de que el político convergente indagó junto al responsable de Método 3 sobre la posibilidad de hacer negocios, junto a otros inversores españoles, en la República Dominicana, un país que a menudo ha recibido la etiqueta de paraíso fiscal por las ventajas tributarias que ofrece a los inversores extranjeros. Un país donde Método 3 destapó el lavado de dinero de los imputados en el caso Malaya.

El negocio «caribeño» de Martorell y Marco, que se desconoce si llegó a concretarse, comenzó a gestarse en 2009. El 10 de marzo de ese año, Marco envió un mail a Julio Ortega Tous, director de la consultoría OBS Advisory Services, de la República Dominicana. En el correo, Marco preguntaba al consultor: «Por cierto ha salido una noticia en Europa que el FMI y el BI autorizarán un banco con cuentas semiopacas en Dominicana. ¿Es verdad?». Ese día, el consultor le responde: «Si me das más información puedo indagarte. ¿Cuál banco? ¿Qué es el BI? ¿El Banco Mundial? Cuidado si se trata de la creación de la Zona Franca Bancaria que aprobó el Congreso, con el visto bueno del FMI (Fondo Monetario Internacional) y las autoridades monetarias dominicanas. Si me das algo más, te averiguo».

Marco responde a ello que se refería al Banco Mundial y a la citada Zona Franca Bancaria. «¿Qué te parece eso? Hay inversionistas (sic) españoles que pueden estar interesados», replica.

Entre Marco y Martorell, ya se alude a este negocio en un «mail» que el detective envió en febrero de 2009. «Amigo Xavi, he hablado con Fadul (probablemente se refiere al entonces ministro dominicano de Industria y Comercio, José Ramón Fadul) y va a poner en marcha lo de Dominicana». De nuevo en marzo de 2009, y dos días después de su intercambio de correos con el consultor Julio Ortega, Marco le envía otro correo a Martorell en el que le informa. «Te envío la ley de la que hablamos. Se trata de una zona franca bancaria que dominará la familia Vicini (una saga dominicina de azucareros) a la que tenemos acceso a través del ex asesor económico del gobierno actual». La misiva digital se cierra con un «Por cierto, hay que hacer ya lo de su señoría de Hospitalet», lo que podría inducir a pensar que Martorell encargó espiar a un juez.

En los «mails» que obran en manos de este diario, la conexión dominicana entre Marco y Martorell no sale a colación hasta julio de 2010. El 26 de ese mes, Francisco Marco, que encripta su nombre de remitente por seguridad pero firma en asunto «Paquito», le dice a Martorell: «Te voy a mandar la ley, pero todavía falta que se hagan los reglamentos y que se constituya el consejo directivo por el Presidente. Podemos trabajar junto a inversores españoles o de otro origen que creas que puedan estar intersados». Marco remata la misiva digital con un «voy a reunir la iformación para hacértela llegar. Los dueños principales son la familia Vicini, la más rica del país. Te voy a hacer llegar un dossier».

Otro dossier de Método 3 para Martorell durante la etapa de jefe de seguridad del FC Barcelona. Nada nuevo. Según denunció el actual presidente azulgrana, Sandro Rosell, entre 2003 y 2010 el FC Barcelona se gastó 3,1 millones en espionaje, 800.000 de los cuales facturas a la agencia de Marco.

En este sentido, ayer trascendió que una juez de Barcelona ha abierto diligencias previas para investigar si las empresas filiales de Método 3 inflaban las facturas que emitían o desviaban dinero cuando las liquidaban a la empresas matriz, según denunciaron extrabajadores de Marco. Para ello, la juez ha requerido al Barça que aporte las facturas que pagó a la empresa M· Consulting, una de las filiales de Método 3, para cotejar si su facturación se corresponde con los servicios reales y con los ingresos que hizo constar la agencia a Hacienda.

En el caso Método 3, la investigación principal, la derivada de la conversación espiada entre la Alicia Sánchez-Camacho y la ex de Jordi Pujol jr., sigue centrada en el análisis de la documentación incautada en los registros.