El desafío de los más débiles atosiga a Rubalcaba

Ese último dirigente es Pachi Vázquez. Un hombre que se convirtió en candidato a la Xunta eludiendo sus propias primarias y que ahora quiere celebrarlas para que los afiliados elijan, no ya quien se presenta a las urnas, sino para renovar un cargo orgánico : el de secretario general del socialismo gallego, que hoy ejerce él mismo. Los que podrían participar son unos 10.000, Vázquez no quiso escucharles antes del 21-O que acabó en debacle y ahora defiende que «la militancia quiere hablar», un gesto de acercamiento a las bases que ignoró y que le deja en buena posición frente a los rivales que integran las conflictivas familias del Psde G. No ha parecido importarle al de O Carballiño que la idea incendie para Rubalcaba otro polvorín y ponga en entredicho su autoridad.

Cuando el jefe del PSOE había llegado un pacto con los líderes federales de su partido para retrasar hasta después de los comicios europeos (junio de 2014) el proceso que elegirá quién aspire a La Moncloa, cuando se había logrado casi que se dejara de hablar de ello, cuando se ha aplazado hasta fin de año la Conferencia Política que tendrá que definir las reglas de esas primarias convencionales, primarias a la francesa, -o a la italiana como prefieren algunos-, irrumpen estas primarias a la gallega que amenazan con reabrir de súbito la controversia. Justo cuando el desafío del PSC y su mal papel en el debate del estado de la Nación han vuelto a aumentar la presión interna contra Rubalcaba.

El aparato ha hecho saber a Pachi Vázquez que lo que pretende no puede ser con los estatutos en la mano. No sirve que diga que sus primarias no son vinculantes y que en julio convoca un congreso para elegir formalmente secretario general. Pero del lado de que se celebre esa consulta se ha puesto ya hasta un ex ministro de Justicia, Francisco Caamaño -declarado soporte de Carme Chacón en el 38 cónclave del PSOE- y surgido un primer competidor, Ramón Gómez Besteriro, quien fuera un fiel de José Blanco, hoy enemistado con Rubalcaba.

Elena Valenciano, vicesecretaria de los socialistas, no ha tenido más que reconocer que el PSdeG «ha dado un paso más» en el proceso de construir una democracia «más directa» con su propuesta de hacer partícipe a la militancia de la elección del próximo líder del partido a través de unas primarias consultivas, pero dejaba claro que se tendrá que «adaptar a las normas del PSOE». Para Patxi Vázquez, lo que pretende hacer ya es “legal, estatutario y correcto”.