Dirigentes del PP apuntan que la salida de Bárcenas se basó en un «acuerdo verbal»
No habría prueba documental de las condiciones de su cese de actividad en el PP
PALOMA CERVILLA
Dirigentes del Partido Popular han apuntado a ABC la posibilidad de que el acuerdo por el que el extesorero Luis Bárcenas dejó de realizar actividad alguna dentro de esta formación política en marzo de 2010, cuando se conoció su implicación en el caso Gürtel, no ... hubiera quedado plasmado por escrito, sino que simplemente fuera un «acuerdo verbal».
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Este «acuerdo de caballeros» supondría que Bárcenas dejaría la gestión en el partido y la prestación de cualquier actividad laboral, no aparecería por la sede, solo ocasionalmente, y a cambio el PP le pagaría mensualmente una retribución económica hasta que se completara la indemnización que le correspondería por sus años de trabajo. Un plazo que finalizó el 31 de enero, con la consiguiente baja en la Seguridad Social. El mantenimiento de su sueldo mensual, que él fija en 21.300 euros, implicaría el pago a la Seguridad Social y la retención de IRPF. Este «acuerdo verbal», sin soporte documental alguno, podría explicar que el PP no pueda aportar las pruebas que demuestran que el extesorero dejó su actividad en el partido en marzo de 2010.
Pacto con Arenas
Estas fuentes apuntan a que en la consecución de este acuerdo podría haber participado el entonces vicesecretario de Política Autonómica del PP, Javier Arenas. Sin embargo, el dirigente popular ha asegurado a ABC que es «rigurosamente falso» que él hubiera negociado con Bárcenas la fórmula que se aplicó para separarlo del partido, como así lo había exigido la secretaria general, María Dolores de Cospedal, que siempre mantuvo una tensa relación con Bárcenas y se negó a reafirmarlo en la direccción, en contra del criterio de otros altos cargos. Cospedal podría no haber conocido los términos exactos de este acuerdo, que se realizó sin su consentimiento, según coinciden varias fuentes populares, hasta después de salir a la luz las cuentas en Suiza y las informaciones sobre la situación laboral del extesorero.
Arenas señaló que Bárcenas «dejó de prestar funciones laborales en el PP, ni de asesoría, ni de ningún otro tipo» y que se le dejó una salita de la sede para mantener sus cosas, pero que «habitualmente no iba por allí». A partir de ahí, «no sabemos nada más». En este sentido, las fuentes populares admiten que el extesorero pidió también «utilizar un coche algunos días» y que solo lo hizo «ocasionalmente».
El hoy responsable de Política Autonómica y Local del PP sí reconoce que él no «ha visto el finiquito» de Bárcenas, aunque a él «le dice la secretaria general que hay un finiquito».
La existencia de este supuesto «acuerdo verbal» y la decisión de la dirección de dejar de pagar la Seguridad Social y, por lo tanto, despedirlo del PP, puede explicar la demanda por «despido improcedente» que ha presentado el extesorero. Bárcenas era realmente un trabajador del PP, aunque no desempeñaba actividad alguna. Él señala en su demanda que después de ser tesorero del partido hasta marzo de 2010 pasó a ser asesor con un sueldo mensual de 21.300 euros, incluido el prorrateo de las pagas extraordinarias. El extesorero alega que ha sido despedido sin su consentimiento y autorización y ahora tendrá que verse con el Partido Popular en el acto de conciliación que debe convocar un juez.
La declaración de guerra que ha planteado Luis Bárcenas es interpretada por fuentes populares como una huida hacia adelante, una vez que nadie está negociando con él una salida a su situación. «Creía que alguien le iba a ayudar e iba a pactar con él y se ha encontrado con que el Partido Popular no tiene nada que negociar», señalan. Una estrategia de enfrentamiento en los tribunales seguida hasta ahora en solitario por la secretaria general, María Dolores de Cospedal, que se siente libre de ataduras frente a Bárcenas y que cuenta con el apoyo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Ambos están gestionando esta crisis interna, que ha «desconcertado» a gran parte de los dirigentes, pero que ambos parecen gestionar con más tranquilidad. De hecho, ayer, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, aseguró que las explicaciones sobre Bárcenas son «un poco confusas».
La dirigente popular decidió presentar su demanda civil contra Bárcenas y contra «El País» en defensa de su derecho al honor, ante las acusaciones de cobrar un sobresueldo en dinero B. Este supuesto pago figuraba en una documentación atribuida a Bárcenas, pero que él ha negado.
Dudas sobre las demandas
Cospedal ha sido más diligente que el resto de dirigentes a la hora de iniciar actuaciones judiciales. Según ha podido saber ABC, la secretaria general siempre ha tenido claro que iría contra Bárcenas, a diferencia de otros cargos, que todavía ayer dudaban de si enfrentarse o no al extesorero. Las divergencias incluso afectan a la decisión sobre los medios de comunicación a los que hay que demandar. En el caso de Jaime Mayor Oreja no tiene intención de demandar a «El Mundo» y sí a «El País»; por el contrario, Javier Arenas sí estaría dispuesto a ir contra los dos, así como contra Telecinco.
Las dudas sobre la estrategia a seguir, si todos contra todos o cada uno contra los que deseen, está retrasando la presentación de las demandas. Ayer tampoco estaba claro si serían dos actuaciones judiciales: una como partido, en la que se incluiría Mariano Rajoy, más las individuales o simplemente una como PP.
Por otra parte, el PP aseguró ayer que el despido de Jesús Sepúlveda ha sido con indemnización y no una baja voluntaria, como apuntó la Ser.
Dirigentes del PP apuntan que la salida de Bárcenas se basó en un «acuerdo verbal»
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