Elecciones gallegas 2012: El PP se hace fuerte en todas las provincias

Doble es el mensaje que lanzan los pontevedreses con su apoyo al PPdeG. En un primer término, a su líder y presidente electo, Alberto Núñez Feijóo, quien encabezaba la lista del partido por esta circunscripción; y, por otro, al equipo de gobierno que le acompañó en la anterior legislatura. Hasta cuatro consejeros integraban la candidatura, Alfonso Rueda (Presidencia) de número 2, Javier Guerra (Economía) en tercera posición, Elena Muñoz (Facenda) de número 5 y Agustín Hernández (Infraestructuras, Medio Ambiente y Territorio) de 6. Cuarta era Pilar Rojo , quien durante los últimos tres años y medio ejerció la presidencia del Parlamento Gallego.

La derrota se la reparten a partes iguales PSOE y BNG. Los socialistas que el pasado 2009 cedían un diputado al PP este año pierden dos y el BNG uno, escaños que van directamente a parar al frente encabezado por el histórico líder nacionalista, Xosé Manuel Beiras , en coalición con Esquerda Unida con su Alternativa Galega de Esquerda (AGE), con el 15 % de los votos para Juan Manuel Fajardo, cabeza de lista.

Y pese a que José Canedo , candidato a la presidencia de la Xunta por Unión Progreso y Democracia (concurría como número 1 por Pontevedra), se mostraba el día del cierre de campaña convencido de que lograría al menos su escaño, tampoco en esta ocasión UPyD logra colarse en Parlamento Gallego. La formación liderada por Rosa Díez que recibía en los anteriores comicios un 1,5% de los votos aumenta el porcetaje en tan solo 13 décimas, hasta el 1,63.

Fracaso estrepitoso de la Sociedad Civil y Democracia, partido con el que Mario Conde pretendía irrumpir en el legislativo gallego para dar el posterior salto a la política nacional. El candidato de SCD, con un 1,97 %, se queda a las puertas de O Hórreo. Su tierra natal no le da el apoyo esperado y queda abierta la posibilidad de que el exbanquero tire finalmente la toalla -aseguró ayer que no-tras varios intentos frustrados de obtener respaldo en las urnas.

P. ABET. LA CORUÑA. La provincia de La Coruña era clave para que el PP accediese de nuevo al Gobierno de la Xunta. Una meta que pasaba por obtener 13 de los 24 escaños en juego en la circunscripción gallega con más votantes. Y el objetivo se cumplió. Lejos de atraer la mala suerte, estos 13 diputados se convirtieron ayer en la llave para que la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo revalidase su liderazgo al frente del gobierno de la Xunta de Galicia. Buena parte del mérito le corresponde a la cabeza de lista por la provincia, Beatriz Mato , consejera de Trabajo en la pasada legislatura y una de las manos derechas del político gallego. También a su segunda, Rosa Quintana , titular de la cartera de Medio Rural y Mar durante los últimos cuatro años.

Las dos han tenido que enfrentarse a pesos pesados de la política gallega como Xosé Manuel Beiras -número uno de Alternativa Galega de Esquerdas por La Coruña- que logró en su estreno en las urnas coruñesas 4 diputados. La lista encabezada por Mato también ganó el pulso al líder del BNG, Francisco Jorquera, uno de los mayores perjudicados de la jornada electoral, que en La Coruña se dejó por el camino 2 escaños. Se trata de la mitad de actas que las logradas en los comicios autonómicos de 2009. Aunque la mayor caída de la jornada electoral en la circunscripción de La Coruña le corresponde al PSdG.

Liderada por el ex ministro Francisco Caamaño , la lista socialista por la provincia de La Coruña ni convenció ni movilizó. El fracaso, materializado en la pérdida de 3 diputados (pasaron de 8 a 5), deja al descubierto las desavenencias entre el secretario general del partido, Manuel «Pachi» Vázquez, y su compañero de partido. Fisuras internas que los resultados de este domingo resquebrajaron definitivamente.

Con una participación muy cercana a la de los anteriores comicios autonómicos, los populares lograron movilizar a su favor a los habitantes de los principales núcleos de población. Entre los apoyos que la formación de Núñez Feijóo recabó en las últimas semanas destacan los obtenidos en Ferrol, una comarca que estuvo en el punto de mira durante toda la campaña por los contratación de dos floteles con la petrolera mexicana Pemex.

Puesto en tela de juicio en reiteradas ocasiones por socialistas y nacionalistas -pese a las ratificaciones de la Xunta y del propio presidente mexicano-, el futuro de los astilleros ferrolanos y de sus empleados se convirtió en un arma arrojadiza que llegó, por momentos, a centrar la carrera hacia el Gobierno gallego de PSdG y BNG. La respuesta ciudadana ha dado la razón al programa de Núñez Feijóo, que en plena crisis del naval convenció a más votantes que en los comicios del 2009. Un apoyo representado en 32.513 papeletas.

C. PICHEL. ORENSE . El desplome del PSOE gallego no solo afectó a las provincias atlánticas, sino que su caída se trasladó al feudo de Manuel «Pachi» Vázquez: Orense. La «operación Pokemon», destapada a escasas semanas de la jornada de votación y que involucró al alcalde socialista de la ciudad orensana, Francisco Rodríguez , fue un factor determinante a la hora de girar el sufragio hacia el Partido Popular, que ha pasado de tener siete diputados a ocho.

El PSOE se jugaba los cinco escaños alcanzados en 2009, cinco que al final fueron cuatro y que, si bien garantizan el puesto de «Pachi» como cabeza de lista en la Cámara gallega, dejan fuera a muchos simpatizantes del secretario general. Ni siquiera en el ayuntamiento de O Carballiño, villa natal del líder de los socialistas gallegos, se logró lo esperado. Ya en las pasadas elecciones de 2009, el PSOE no sobrepasó al PP en la localidad y en esta ocasión, la diferencia fue más amplia (de casi 1.000 votos a favor del equipo de Feijóo).

Pero no solo los socialistas gallegos han perdido escaños en la provincia. También el BNG -socio de Rodríguez en el ayuntamiento e involucrado en parte en la trama «Pokemon»- ha pagado el descontento de los votantes nacionalistas con el partido. El Bloque Nacionalista Galego de Orense ha perdido un parlamentario, al pasar de 2 en 2009 a tan solo uno ahora. Un escaño que araña por primera vez la coalición entre Anova e Izquierda Unida, Alternativa Galega de Esquerda, que irrumpirá en el Parlamento de Galicia con el nombre de un desconocido, David Fernández Calviño .

Cuatro fuerzas defenderán los intereses de Orense a partir del 16 de noviembre, fecha provisional para la inauguración del Parlamento. Como cabezas visibles: Jesús Vázquez , número uno por el PP; «Pachi», por el PSOE; Tereixa Paz por el BNG y el citado David Fernández por AGE.

A. COCO. SANTIAGO. Hacía treinta años que unas elecciones autonómicas en Lugo no dividían el reparto de escaños entre cuatro partidos políticos diferentes. El gran éxito en esta provincia es para el PP, que ha conseguido arrebatarle un diputado al PSdeG para alcanzar los 9. Los socialistas bajan a cuatro. Retrocede también el BNG, de dos a un solo diputado, mientras que Alternativa Galega de Esquerda obtiene representación por esta provincia.

En las dos últimas convocatorias electorales, el escrutinio fue idéntico en la circunscripción lucense: 8, 5 y 2. Esta vez ha variado para colocarse en 9, 4, 1 y 1. El Partido Popular alcanza de esta forma su techo en Lugo, el mismo que tocó en 1993, 1997 y 2001, entre un electorado que vuelva a refrendar la gestión realizada. El porcentaje de votos a favor del PP aumenta casi tres puntos hasta superar el 50 por ciento, mientras que los votos al PSOE se desploman casi a la mitad.

Lugo, cuya capital y diputación están dirigidas en bipartito por socialistas y nacionalistas, era la única provincia por la que no concurrían como candidatos ninguno de los conselleiros del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. La cabeza de cartel era Raquel Arias , delegada del Ejecutivo regional en la zona que ya comandó las listas hace cuatro años. Tras ella, figuraba el líder del PP local, Jaime Castiñeira .

El resto de fuerzas políticas han quedado muy relegadas en Lugo. UPyD pierde un escalón y pasa a ser la quinta fuerza, mientras que Compromiso por Galicia apenas suma un millar de votos en las urnas.

En Palas de Rey, localidad natal de José Blanco , el exministro que no logró llegar a tiempo para encabezar la lista del PSdeG, el PP obtiene una mayoría aplastante cercana al 60 por ciento. En la línea de lo sucedido en el resto de la provincia, los socialistas reducen sus apoyos a la mitad.