Elecciones gallegas 2012: Salir de la crisis, objetivo número uno de Feijóo

Al contrario, la primera promesa que lanzó en la campaña electoral, en un acto con empresarios en Vigo, fue una rebaja de cinco tributos para ayudar a los emprendedores a crear empleo . Entre las medidas se incluyen microcréditos que cubran los costes iniciales de la creación de una empresa.

Así, Feijóo se ha comprometido a que el Gobierno del PP extenderá la deducción en el IRPF de hasta el 20 por ciento con un límite de 4.000 euros para las inversiones de capital en nuevos negocios por parte de jóvenes emprendedores; duplicará hasta el 20 por ciento y con límite de 8.000 euros la deducción del IRPF para quienes inviertan en acciones o participaciones sociales de nuevas entidades; doblará la deducción hasta los 600 euros a quienes se den de alta por primera vez en el registro de emprendedores; y reducirá el 95 por ciento del impuesto de sucesiones y donaciones para la transmisión a hijos de fondos para crear un negocio, teniendo en cuenta el patrimonio preexistente, y el 100 por cien con un tope de 1.500 euros del impuesto de actos jurídicos para la transmisión de inmuebles destinados a locales comerciales.

Otro de sus grandes compromisos está en Sanidad. Feijóo ha prometido que una de sus primeras leyes, probablemente este mismo año, será la de garantías de prestaciones sanitarias, que limita los tiempos de espera . La ley fijará un máximo de 60 días de espera para quien esté pendiente de una intervención quirúrgica, y de 45 para consultas. "Si no somos capaces de cumplir, el paciente podrá acudir a un centro privado y pasar luego la factura", ha señalado Feijóo. Además, en Sanidad ha asumido la atención a los inmigrantes, siempre que tengan seis meses de residencia.

Otras de las patas de su proyecto de Gobierno será la Educación. La escuela plurilingüe , en la que se aprenda castellano y gallego, pero también inglés, es uno de sus grandes objetivos, que ya empezó a implementar en la pasada legislatura y que espera consolidar en la próxima.

Pero Feijóo también se ha comprometido a meter la tijera a los políticos . Su desprestigio preocupa a los dirigentes del PP y de la Xunta, y han incluido en el programa electoral una medida para seguir dando ejemplo y ahorrar costes a los ciudadanos. La medida más polémica sería la reducción de los diputados en el Parlamento autonómico . El Estatuto de Autonomía permite tener entre 60 y 80. Galicia tiene 75, pero Feijóo quiere dejarlo en 61, haya acuerdo o no con el PSOE y otras fuerzas, que en principio no lo habrá.

Así, la austeridad en todos los niveles, pero sobre todo en los gastos políticos y en la administración pública, será fundamental en la agenda diaria del presidente gallego. La fusión de ayuntamientos será otra de las tareas pendientes para esta legislatura.

El cumplimiento del objetivo de déficit público , situado en el 1,5 por ciento para las comunidades este año, permite a Galicia dedicar el dinero que no gasta en los intereses de la deuda a gastos sociales, como ha explicado una y otra vez en campaña electoral Feijóo. De ahí la importancia, y su reto, no sólo de mantener ese déficit controlado, sino de llegar al déficit cero. De ahí podría partir el crecimiento de Galicia. Una vez controlado el desfase de las cuentas públicas, y sin necesidad de recurrir a ningún rescate, es el momento de emprender el camino de la recuperación, sin dedicar un euro de más a una deuda que asfixia a otras comunidades.

Por eso, el cumplimiento del objetivo de déficit público, y en concreto el déficit cero en los próximos años, es el eje de la política económica y social de Alberto Núñez Feijóo.

El presidente de la Xunta, en funciones hasta que vuelva a ser reelegido en el Parlamento, tendrá por delante otro reto que ha marcado en buena parte la campaña electoral: el cumplimiento de los contratos de Pemex con el sector naval gallego, para que se construyan los buques en los astilleros de Galicia. La reunión del presidente de México con Mariano Rajoy en La Moncloa, en la recta final de la campaña, supuso un espaldarazo al discurso de Feijóo, ya que Peña Nieto confirmó la existencia de un acuerdo, sobre el que la oposición había expresado sus dudas.