«Sería kamikaze traer carburantes de Rusia», afirma el director general de Hafesa, uno de los mayores grupos del sector en nuestro país

Noticia Relacionada

La OPEP+ recorta su producción por sorpresa y el petróleo se dispara un 6%

Javier González Navarro

El objetivo del cártel es forzar una subida de los precios del petróleo, en mínimos desde diciembre de 2021

«Incorporaremos una planta a nuestra red de almacenamiento no portuaria, en Ocaña, para abastecer la zona centro. Es un reto logístico mayúsculo. Utilizaremos camiones propios –tenemos 22– para abastecer la planta de Ocaña desde Motril o desde Bilbao. También buscamos estaciones de servicio apetecibles cerca de Bilbao y de Motril para ampliar nuestra red con un modelo de alquiler», afirma a este periódico Diego Guardamino, director general grupo Hafesa.

«Es posible que hagamos una ampliación de capacidad de la planta de Motril para almacenamiento de aceites usados para la producción de biodiésel. Es un proyecto ilusionante. También estamos ampliando con cuatro nuevos tanques la terminal de Bilbao para biodiésel y gasolina 95. El objetivo es distanciarnos más de las compañías pequeñas y acercarnos a las grandes del sector. Somos 'traiders', pero queremos tener plantas de almacenamiento propias. No hay otros operadores de nuestro tamaño con tantas plantas. Es un hecho diferenciador».

Este crecimiento se verá traducido en un aumento de la facturación en 2023 de un 25%, hasta la cifra histórica de mil millones de euros, según Guardamino.

«Y eso que somos una compañía española, joven –se creó en 2015–, dinámica y flexible en un sector muy maduro que intenta ser creativo en la forma de desarrollar el negocio, mejorando la reputación, nuestro servicio y la cuota de mercado», añade. El origen de este grupo es la familia López Tapia, de Bilbao.

Este holding, que hace unos días se sumó como socio a la CEOE, tiene unas ventas de unos 100.000 metros cúbicos al mes, de los que un 70% proceden de la planta de Bilbao, un 20% de Motril y 10% de Gijón.

Su director general explica que los carburantes los adquieren tanto fuera de España como aquí, al 50% aproximadamente.

Subraya con rotundidad que de Rusia ya no viene nada de combustible por imposición de la UE. «No se puede, sería un poco kamikaze».

Añade que «cuando estalló la guerra, tuvimos problemas de suministro por el pánico generalizado sobre las importaciones de Rusia. Cumplimos a rajatabla. No queremos ninguna sorpresa y, reputacionalmente, tener un lío en un puerto». Subraya que «aunque no tenemos la trazabilidad completa del producto, sabemos cuál es el puerto de carga, el de origen y el de destino». Recuerda que los carburantes antes venían de Rusia y ahora proceden de refinerías europeas, así como de Marruecos, Turquía y de Texas (EE.UU). «No traemos nada de India». Como curiosidad se puede añadir que cada barco cargado de gasóil cuesta unos 30 millones de euros.

Sobre la evolución de los precios de los carburantes, que en las últimas semanas han descendido, afirma «que se mantienen estables y a la baja, a pesar de que algunos expertos pronosticaron subidas a partir de febrero. El mercado es de locos, es increíble cómo cambia de un día para otro. Mi opinión es que volverán a subir porque si Rusia cierra el grifo, China parece que vuelve a aumentar la demanda, en España el transporte sigue siendo por carretera….. Con el escenario actual, la tendencia será alcista».

Guardamino apunta que «tenemos cinco gasolineras y nuestra intención es ampliar la red en las zonas próximas a las terminales que poseemos en Bilbao, Motril y la próxima de Ocaña. Nuestro objetivo es suministrar carburantes a nuestras propias estaciones de servicio tradicionales, es decir, con empleados, y que están en un radio de unos 300 kilómetros de las plantas.

Añade que «nuestros clientes son las estaciones de servicio donde repostan las compañías de transporte. Es un negocio más duradero».

Coincide con otros grupos del sector en las críticas a las grandes petroleras porque «han ganado y están ganando mucho con el refino. Han aprovechado para vender más caro al resto de mayoristas y han recuperado muchos clientes que se habían ido» a las gasolineras 'low cost'.