Ajuste de cuentas
Los números de Cataluña
Las cifras del siglo XXI son el 3% que solicitaba CiU y el bulo del 4% que echó a rodar Durán i Lleida en 2011
Sánchez, el nómada
Hay dos guarismos que definen la Cataluña del siglo XXI: el 3% y el 4%. El primero es la cifra que según le dijo Pascual Maragall a Artur Mas en 2005 constituía «el problema» de Convergencia y Unión, haciéndose eco del porcentaje que presuntamente ... cobraban los cargos de ese partido en las adjudicaciones oficiales. Otros políticos catalanes de izquierda, como Carod-Rovira, se hicieron eco del 3% que pasó a ser sinónimo de la corrupción de CiU. Y el 4% es la historia de un gran bulo.
Cuando se discutió el desarrollo autonómico en la Transición se ofreció a la comunidad autónoma de Cataluña la posibilidad de recaudar sus impuestos, pero la 'minoría catalana', como se les llamaba entonces a sus diputados nacionalistas, lo rechazó porque hacer de sheriff de Nottingham era muy impopular. Era mejor ser Robin Hood desde la Generalitat. Lo que está detrás de la «financiación singular que avance hacia la plena soberanía fiscal» que ERC le ha arrancado al PSOE de Sánchez es la culminación de una campaña mentirosa, donde los socialistas han renunciado al concepto fundamental de que los impuestos no los pagan los territorios, sino las personas y las empresas.
La tóxica campaña del 'España nos roba' y el compromiso de economistas con trayectorias respetables que de pronto se dedicaron a difundir verdades a medias se basaba en destacar que existía un gran desequilibrio entre lo que Cataluña aportaba a España y lo que recibía. Fue lo que se denominó el déficit fiscal de Cataluña con España. Se trataba de una manipulación muy bien construida.
En agosto de 2011, cuando se discutía en el Congreso la reforma exprés del artículo 135 de la Constitución, el entonces diputado de Unión, Josep Antoni Duran i Lleida, considerado uno de los nacionalistas catalanes más ponderados del espectro político, soltó la siguiente cuestión: «¿Ignoran ustedes que existe una sentencia del Tribunal Constitucional alemán donde queda claro que hay un máximo de déficit territorial estructural entre los länder y el Estado o la federación?». Con esta pregunta comenzó a extenderse el bulo de que existía un precedente europeo, en un sistema federal acreditado como el alemán, que justificaba limitar a una cantidad concreta la solidaridad interterritorial.
En otra intervención, Durán ya había dicho que la sentencia fijaba en un 4% el máximo déficit que un land podía tener tras aportar al sostenimiento de los demás miembros de la federación. Tanto Duran como Artur Mas y Jordi Pujol utilizaron este dato.
El problema es que era mentira. La famosa sentencia, del año 1999, ni siquiera menciona el supuesto dato sobre el déficit territorial estructural máximo. El Tribunal Constitucional alemán no ha fijado límite alguno a la solidaridad entre los länder, pero ya veréis como reaparece bajo el concepto de 'cuota solidaria'. jmuller@abc.es
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