España pierde 5.700 millones de euros en ventas al año por las falsificaciones

La mayor parte de las mercancías falsificadas proceden de China, seguida por Turquía, Singapur y Tailandia. Los productos que se incautan con mayor frecuencia son el calzado, las prendas de vestir, productos electrónicos y perfumería y cosméticos.

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«Un 30% de los consumidores europeos no ve con malos ojos comprar productos falsificados. Si nos centramos entre los 17 y los 24 años, el dato asciende al 50%. Ahí está la importancia de formar, concienciar y sensibilizar», ha explicado este martes el CEO de Sicpa en España, Martín Sarobe, que ha presentado el documento junto al inspector jefe de la Brigada de la Policía Científica José Ángel San José; el teniente de la Guardia Civil Miguel Lorite; y directivos de las patronales de perfumería (Stanpa), alimentación y bebidas (Fiab), y de la Asociación para la Defensa de la Marca.

«Es cierto que ha descendido el top manta, pero el negocio ha crecido exponencialmente en internet. Y las marcas no lo están haciendo bien tampoco, porque no ponen las medidas necesarias para que la compra sea fiable y no nos proporcionan (a las fuerzas de seguridad) información adecuada. La colaboración es mínima y la información obsoleta», ha denunciado San José, pidiendo «unificación de criterios y un sitio con informaciones básicas al que los consumidores puedan acceder para poder comprobar si está comprando algo bueno o algo malo».

Siguiendo con los datos de Euipo y la OCDE sobre el comercio ilícito en el mundo, el comercio global de falsificaciones ascendió a 412.000 millones de euros en 2019, un 2,5% del total del comercio en todo el planeta. En su presentación, Sarobe ha insistido en el impacto directo de los 7.000 millones de euros anuales en ventas solo en España: «Se dejan de contabilizar, no se pagan impuestos, tienen efecto directo sobre la fiscalidad...», ha enumerado el CEO de la compañía, recalcando la importancia de «concienciar».

«Somos el segundo país de Europa por detrás de Bulgaria en compra voluntaria de falsificaciones. Cada año los datos son peores. Moda, cosméticos, juguetes... son miles de puestos de trabajo destruidos», ha ahondado el CEO de la Asociación para la Defensa de la Marca (Andema), Gerard Guiu. Desde Fiab, su director de política alimentaria, nutrición y salud, Enrico Frabetti ha recalcado que «la pérdida de confianza es lo que más nos preocupa. Y desde el punto de vista de las empresas, la competencia desleal», ha dicho, mencionando actividades fraudulentas en este sector como la sustitución de un ingrediente por otro, los cambios en el etiquetado, o la copia de las figuras de DO o IGP.