Especial másteres

Consejos para intentar hallar la opción más adecuada a nuestras necesidades

El prestigio de la institución académica, la conexión de los profesores con la realidad laboral, la situación personal o la posibilidad de disfrutar de una sólida red de 'networking' son solo algunos de los muchos factores que entran en juego a la hora de decidir sobre un máster

La pieza formativa que marca diferencias en el mercado laboral

Charo Barroso

Atendiendo a su tipología, los másteres pueden ser oficiales o títulos propios de universidades y escuelas. El primero da acceso al doctorado y a oposiciones y está homologado en la Unión Europea. El segundo solo está avalado por el centro que lo imparte. El alumno ... debe tener en cuenta que para ejercer determinadas profesiones en España (docente de Secundaria, abogado, arquitecto…) se precisa un máster habilitante.

María Isabel Alonso Belmonte, vicerrectora de Estudios de Posgrado y Formación Continua de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), explica que «dentro de los másteres oficiales hay algunos que tienen un perfil fundamentalmente investigador y otros un perfil más profesionalizante». Para elegir los estudios de posgrado más adecuados hay que tener en cuenta muchos y variados factores personales (motivaciones, condiciones económicas, objetivos profesionales, gustos particulares...) y distintos aspectos de la oferta académica y los programas que pueden marcar diferencias. Analizamos a continuación algunos aspectos a tener muy en cuenta.

Acceso: Atender a los tiempos y buscar puentes sólidos

La titulación del acceso, el nivel de idiomas y de conocimiento tecnológico son factores que determinan el acceso al máster elegido. Según Alonso Belmonte, «en la mayoría de los centros que se ofrecen másteres, el proceso de admisión se realiza a través de una plataforma automática». «Lo más determinante del proceso son los tiempos, sobre todo para alumnos que vienen del extranjero o que se trasladan de diferentes partes del país a otras y necesitan tener la confirmación de la admisión en un momento determinado», añade.

Resulta «fundamental tener en cuenta que cursar un posgrado representa el medio para alcanzar los objetivos profesionales, ligados a las metas personales», dice Roque Adrada, coordinador de Esade Careers para los programas Undergrads. «Para llegar a este destino -señala- es esencial elegir un puente sólido, resistente por donde han transitado exitosamente personas que compartían motivación profesional».

Empleabilidad: Comprobar el nexo con el mundo empresarial

Las salidas laborales son un buen motivo para que los alumnos de posgrado se decanten por uno u otro máster. La consulta de la tasa de empleabilidad que facilitan las universidades es un buen baremo. Pero no basta. «La empleabilidad del máster es lo primero que hay que valorar. Va a depender también si es un máster habilitante que va a permitir desempeñar una profesión concreta», afirma Jeanette Bello, responsable del Gabinete de Orientación del Servicio de Admisión de la Universidad de Navarra.

Conviene saber, apunta en esta misma línea Adrada, «dónde están trabajando los egresados y podremos ver si el sector y la función a la que nos queremos dirigir son salidas profesionales potentes». Aparte de indagar entre antiguos alumnos sobre las posibilidades, debe tenerse en cuenta «si el máster dispone de prácticas y el prestigio de los convenios de la institución con las diferentes empresas», señala también Jeanette Bello.

En este sentido, Alonso Belmonte expresa que en los másteres con itinerarios profesionalizantes las prácticas juegan un papel fundamental en la estructura organizativa de la docencia». «Hay entidades que acuden o que tienen relación con los coordinadores de los títulos y que ofrecen prácticas para los alumnos en centros, instituciones y empresas», apunta este experto.

'Networking': Una sólida red útil para toda la vida profesional

La posibilidad de un buen 'networking' forma parte de los aspectos que hay que examinar muy a fondo en el momento de decidirse por una determinada institución académica u otra, comentan desde ESADE: «Debemos tener en cuenta que si los egresados se han consolidado en el sector/función/país al que nos queremos dirigir, estaremos entrando a formar parte en un futuro de una red de Antiguos Alumnos muy interesante que nos acompañará durante toda nuestra carrera profesional». Una inversión pues de mucho futuro.

Prestigio: Una prueba de la calidad formativa

Hay que asegurarse la calidad y el prestigio de los estudios y de las instituciones que estemos considerando, sostiene Adrada: «Una de las variables importantes que se pueden considerar al estudiar un posgrado en el área de Business y Management es asegurarse de que la institución cuenta con lo que se conoce como 'la triple corona', es decir, tener una triple acreditación por las principales asociaciones mundiales de estudios de gestión de empresas: AACSB, AMBA y EQUIS».

Docentes: Un claustro al día de la últimas tendencias

Aparte de la proyección del centro, el alumno debe analizar el plantel de docentes, su currículum y los perfiles, más académicos o más volcados en la empresa. Por ejemplo, Jeanette Bello subraya que uno de los valores fundamentales de la Universidad de Navarra es la calidad docente: «Nuestros profesores conocen las últimas tendencias, que trasladan al aula para que el aprendizaje sea significativo y de vanguardia».

«El equipo docente -continua- ofrece una atención personalizada con un programa de acompañamiento desde que comienza el máster hasta su incorporación al mundo profesional».

Precio: Una importante decisión económica

El importe de los estudios de posgrado es una de las mayores preocupaciones del estudiante. Realizar un máster conlleva un importante esfuerzo económico y, en muchas ocasiones, determina nuestra capacidad de decisión y la elección final. En la Universidad de Navarra aseguran que «el máster es una inversión que vas a recoger luego a futuro con la empleabilidad o con la mejora de puesto de trabajo». Expone Adrada además que «la decisión de cursar un posgrado requiere una inversión que no tendrá un retorno de inversión inmediato». «Esto implica que debemos conocer todas las palancas de ayuda financiera que existen en la institución. En nuestro caso, además de opciones de financiación, tenemos una bolsa de becas destinadas al mejor talento», añade.

Distinta modalidades: Una importante decisión económica

En función de la modalidad existe el máster presencial, semipresencial y online. La oferta y demanda de este último ha crecido notablemente tras la pandemia de coronavirus y por la flexibilidad que concede a los alumnos. Jeanette Bello prefiere el máster presencial, «sobre todo porque se consigue un 'networking', los alumnos tienen unas experiencias distintas a otras modalidades».

De la misma opinión es Alonso Belmonte: «El valor que aporta el máster presencial es la práctica, que no puedes hacer virtualmente y el 'networking', las relaciones con compañeros y profesionales».

Sobre el auge de la modalidad online, la vicerrectora de la Universidad Autónoma considera que «con la pandemia se naturalizó una tendencia que ya venía apuntándose antes porque hay muchos alumnos con responsabilidades profesionales e incluso familiares que prefieren una opción virtualizada, aunque puedan hacer el esfuerzo de acudir a talleres presenciales, pero solo periodos muy concretos».

La opción híbrida es la que presenta mayor interés para Alonso Belmonte, «aunque hay que discriminar por ámbitos de conocimiento y ramas porque permiten que el alumno acceda a la parte teórica en función de su movilidad y su tiempo». «La parte realmente interesante, la de las prácticas, la de la relación con el entorno, con los profesionales más destacados de ese ámbito, se produce de forma presencial», añade este experto.

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