Los conductores aprovechan las últimas horas del descuento de 20 céntimos para rellenar los depósitos

Este descuento supondrá un desembolso para Hacienda de unos 5.500 millones de euros entre abril y diciembre, según datos del citado ministerio.

Por ello, se está produciendo un goteo constante de vehículos en las estaciones de servicio para llenar, más bien rellenar, los depósitos. Un hecho que comenzó el pasado martes, después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara la desaparición de ese descuento universal.

Cabe subrayar que rellenar con solo cinco o diez litros el depósito supone un ahorro de uno y dos euros, respectivamente. A este descuento oficial de 20 céntimos por litro se sumaban otras rebajas de unos 10 céntimos de media por litro que realizaban las grandes petroleras por su cuenta y del que se beneficiaban sus clientes a través de las tarjetas de fidelización. Estas bonificaciones han supuesto un desembolso de 440 millones de euros a Repsol y de 135 millones a Cepsa, según han apuntado ambas compañías.

Precisamente, estas compañías han anunciado que mantendrán esos descuentos de unos 10 céntimos de media durante el primer trimestre ligado al pago con sus tarjetas.

A diferencia de lo que ocurrió el 1 de abril cuando empezaron a aplicarse estos descuentos, ahora no se están registrado aglomeraciones en las estaciones de servicio, según ha comprobado este periódico. Los repostajes han estado más repartidos en el tiempo, según confirman fuentes del sector. «Además, muchas de las ventas han sido de pocos litros o medio depósito», añaden.

Hay que recordar que cuando se puso en marcha este descuento se formaron enormes colas de automóviles en numerosas gasolineras, ya que muchos conductores tenían los depósitos en la reserva esperando la bonificación. Además, un gran número de estaciones de servicio, sobre todo las que no pertenecen a las grandes petroleras, tuvieron serios problemas para gestionar la venta de combustible con los descuentos, ya que el BOE publicó esta medida solo 36 horas antes de que entrara en vigor y tuvieron que modificar sus sistemas informáticos en tiempo récord. Y lo peor para los empresarios de gasolineras es que tenían que adelantar el dinero de los descuentos, cuyo importe es devuelto por Hacienda con varios meses de cadencia.

Asimismo, los precios han cambiado mucho, y para mejor. El 1 de abril, el precio medio de la gasolina de 95 octanos era de 1.818 euros y el del gasóleo de 1,837. Y aunque llegaron a alcanzar los 2,1 euros el litro en la segunda quincena de junio, actualmente están en 1,565 y 1,643 euros, es decir, un 14 y un 10,5% más baratos, respectivamente.