Los sindicatos coinciden con los banqueros en pedir más controles al sistema financiero

Los responsables bancarios, que expusieron a Zapatero las fórmulas con las que en España se aseguran las inversiones y los depósitos, valoraron el documento que la Unión Europea aprobó el pasado viernes y que recoge las propuestas de la UE a defender en la cumbre, informó el Gobierno en un comunicado, por encontrarlo "ajustado a la actual situación económica".

No obstante, consideraron que el documento de la UE tiene que ser "más preciso" en algunos aspectos.

Durante más de hora y media, Zapatero y Solbes departieron con el presidente del Santander, Emilio Botín; el del BBVA, Francisco González; el de La Caixa, Isidro Fainé, y el de Caja Madrid, Miguel Blesa.

En la reunión, el jefe del Ejecutivo explicó a los responsables de las entidades bancarias la posición que España tiene frente a la crisis internacional y las ideas que piensa plantear el próximo día 15 en Washington.

Según Moncloa, las reflexiones y aportaciones que los responsables bancarios hicieron a Zapatero estuvieron sobre todo orientadas en la necesidad de que haya mayores controles y supervisión en el sistema financiero internacional.

También le relataron sus experiencias ante la labor de supervisión y regulación que desempeña el Banco de España.

En este sentido, el presidente del Gobierno y los responsables bancarios hablaron de las "buenas prácticas" que tienen los bancos españoles tras los citados 30 años de experiencia en supervisión y control, y coincidieron en que son un ejemplo de solvencia en el mundo.

Botín, González, Fainé y Blesa expresaron al presidente del Gobierno su apoyo a la presencia de España en la Cumbre del G-20, e intercambiaron impresiones sobre los trabajos que ha iniciado el Gobierno ante esta reunión.

Los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez y de CCOO, José María Fidalgo, entregaron hoy un escrito al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el que reclaman que de la cumbre de Washington del próximo 15 de noviembre salga "un plan de recuperación a gran escala".

En este escrito, redactado por la agrupación sindical internacional Global Unions, los sindicatos subrayan que este plan debe servir para estabilizar los mercados mundiales, para sacar a las economías de la recesión "rápidamente", para "prevenir" los riesgos de una depresión mundial y para volver a crear "trabajo digno".

Los sindicatos reclaman también que este plan debería garantizar que "no vuelva a producirse de nuevo una crisis de esta envergadura". Asimismo, los representantes sindicales afirman que los bancos centrales de todo el mundo deben llevar a cabo "tantos recortes coordinados de los tipos de interés como sea necesario".

Por otro lado, las organizaciones sindicales reclaman que, "más allá de la reunión del G-20, la cooperación debe extenderse a todos los niveles (G-7, G-8, Europa, OCDE e instituciones financieras internacionales) para evitar la arbitrariedad reguladora y garantizar el alcance mundial de esta nueva arquitectura".

En este sentido, los sindicatos reclaman que los trabajadores deberían poder "sentarse a la mesa en estas reuniones e instituciones", ya que "no confían mucho en que los banqueros y gobiernos, reunidos a puerta cerrada, lo hagan bien esta vez". En el escrito, las organizaciones sindicales denuncian "el espectacular empeoramiento de la crisis financiera en septiembre y octubre de 2008", que ya está afectando de "manera dramática" a la economía real.

El texto preparado por Global Unions y que CCOO y UGT entregaron hoy a Zapatero en la reunión mantenida esta tarde en La Moncloa, advierte de que "la economía mundial se enfrenta a una recesión muy seria", cuya duración e intensidad "depende de lo oportunas y bien dirigidas que sean las acciones de los gobiernos".

Asimismo, afirma que esta crisis, "la más grave desde la Gran Depresión de los años 30", debe marcar el final de una ideología de mercados financieros "sin control alguno" donde "la autorregulación ha estado expuesta porque el fraude y la codicia han sustituido al criterio racional".

En opinión de los sindicatos, la recuperación de esta crisis debe llevar a un nuevo modelo de sistema financiero internacional en el que los bancos centrales deban rendir cuentas públicas, en el que los bancos deban cumplir requisitos sobre activos anticíclicos y de supervisión pública, y en el que se reforme y controle la remuneración de los ejecutivos y los repartos de beneficios de las empresas, entre otros aspectos.