Elon Musk deja la presidencia de Tesla por fraude bursátil

«Este acuerdo tiene como finalidad prevenir más manipulaciones del mercado y más daños a los accionistas de Tesla», dijo ayer Steve Peikin, director de la división sancionadora de la Comisión (SEC, por sus siglas en inglés) al anunciar el acuerdo extrajudicial . Aparte de la multa a Musk, Tesla deberá pagar otros 20 millones. Ambas penalizaciones se repartirán entre los accionistas, que han visto caer el precio de la acción en las pasadas semanas.

Además, la compañía deberá incorporar nuevos consejeros independientes y supervisar los contactos de Musk con posibles inversores. Según los términos del acuerdo, «Tesla deberá crear un comité de supervisión independiente y establecer nuevos mecanismos de control interno».

Musk, de 47 años, es muy activo en Twitter, donde tiene 22 millones de seguidores. El 7 de agosto dijo de forma completamente inesperada en esa red social: «Estoy pensando en una OPA sobre Tesla a 420 dólares. La financiación está asegurada». El precio de la acción subió aquel día de 341 dólares a 379 . La operación, sin embargo, no se materializó y, al quedar patente que aquello eran más deseos que otra cosa, en un mes se desplomó a 263 dólares . Después de que la SEC anunciara su demanda el jueves, la acción volvió a caer un 13,9%.

Según la denuncia de la SEC , «en realidad, Musk no había cerrado los términos de un acuerdo específico con ningún socio financiero, y sabía que la posibilidad de una transacción era incierta y estaba sujeta a numerosas condiciones». De hecho, tres semanas después de su anuncio en Twitter, Musk comunicó al consejo de administración de la compañía que había cambiado de opinión y prefería no lanzar ninguna OPA.

Tesla, fundada en 2006, salió a bolsa en 2010. En 2017 vendió más de 100.000 coches, pero registró pérdidas de 1.600 millones de dólares . La capitalización de la empresa llegado a superar los 55.000 millones de dólares.

El interés de Musk por hacerse con el control total de la compañía viene de largo. Es, como muchos compañeros de generación, un directivo carismático y al que le gustan los focos. Ha llegado incluso a predecir que la tecnología que desarrollan empresas como SpaceX , que también preside, permitirá colonizar Marte a partir de 2022. Lo que no ha podido evitar, sin embargo, es que varias empresas automovilísticas y saudíes hayan entrado al accionariado de Tesla, algo que se ha convertido en motivo de molestia para un empresario que se ha marcado como objetivo generalizar el uso del coche eléctrico y reducir drásticamente el consumo de petróleo. En junio del año pasado Travis Kalanick, consejero delegado de Uber , se vio obligado a dimitir por una revuelta interna de accionistas , descontentos con cómo estaba gestionando la empresa. Esa misma amenaza ha pendido y pende sobre Musk por su estilo, marcadamente personalista .

Antes de aceptar el acuerdo extrajudicial, Musk se quejó de lo que considera una «sanción injustificada» que le ha provocado «un profundo pesar y una gran molestia». Según dijo en un comunicado, «la integridad es el valor más importante en mi vida y al final se demostrará que nunca cometí el fraude del que se me acusa». Forbes estima la fortuna de Musk en 22.000 millones de dólares , un descenso de 1.000 millones con respecto a 2017. Según los términos del acuerdo, Musk no admite mala praxis.