Objetivo de Sánchez: reventar el modelo del PP

Desde Madrid la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y desde Barcelona el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés, cargaron contra lo que calificaron como una política fiscal desleal. Y ello a pesar de que la normativa utilizada por Díaz Ayuso para bajar los impuestos está vigente en todo el territorio y puede ser aplicada por cualquier autonomía.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , remató la jugada desde Palma. Señaló la estrategia madrileña como un «problema» para el conjunto del país y apuntó que otras comunidades del PP quieren acabar con su política de bajos impuestos, en alusión a Castilla y León. Según su versión, la armonización fiscal busca «garantizar algo en lo que estoy convencido que puede estar de acuerdo todo el mundo, hasta incluso la señora Ayuso, y es la igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos, vivan donde vivan».

Un razonamiento que, así dicho, obligaría a poner fin al concierto vasco y al convenio navarro que, sin embargo, ni el Gobierno ni sus socios mencionan . Y que, además, es totalmente incongruente con el discurso político de más descentralización defendido tanto por el PSOE como por sus socios independentistas.

La falta de líneas rojas del Gobierno volvió a quedar en evidencia cuando Sánchez fue preguntado en ese mismo acto por las palabras de Arnaldo Otegui respecto a que «la república independiente vasca pasa por decir sí» a las nuevas cuentas. El jefe del Gobierno celebró el apoyo de EH Bildu y consideró «una gran noticia que tengamos unos Presupuestos», pese al claro ataque a la unidad de España incluido en el mensaje del exsecuestrador.

Díaz Ayuso reaccionó ayer con duras advertencias ante lo que consideró un robo a «los bolsillos» de los madrileños para pagar «la corruptela al independentismo». La presidenta madrileña advirtió de que responderá ante este ataque y será la «peor pesadilla» de quien lo perpetre, haciendo «lo que haga falta, dónde haga falta», en alusión a los tribunales. Una posición que apoya Génova. «Vamos a dar la batalla con esto y vamos a seguir garantizando que las comunidades del Partido Popular sigan bajando impuestos», señalaron desde la dirección popular.

Díaz Ayuso criticó que el Gobierno y ERC busquen «no lo que es mejor para Cataluña sino lo que es peor para Madrid» y advirtió que considerar a esta comunidad un paraíso fiscal es una «tomadura de pelo». Por su parte, el portavoz del PP y edil de la capital, José Luis Martínez-Almeida, subrayó que «aquí no hay paraíso fiscal, hay una región que aplica la legalidad».

Paralelamente, ERC se afanaba en «vender» que el acuerdo para subir los impuestos en Madrid es una cesión arrancada al Gobierno durante la negociación de Presupuestos. Sin embargo, lo cierto es que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero , viene apuntando a esta idea ya desde el año pasado .

De hecho, el mismo día que presentó las nuevas cuentas en el Congreso anunció que buscaría «impulsar» la subida del Impuesto del Patrimonio durante sus conversaciones con todas las fuerzas políticas. «Habrá que ver en qué términos, pero hablamos de unos mínimos respecto al rendimiento de esta figura tributaria para que no quede en desuso», avanzó en octubre en el Congreso. La cesión realmente obtenida por ERC es que esa alza fiscal se diseñará en un comité bilateral creado entre el Gobierno y los independentistas , pero la medida ya formaba parte de los planes de Pedro Sánchez.