Lagarde aventaja a los otros dos candidatos a dirigir el FMI

La candidatura sorpresa del gobernador del banco central de Israel, cuyo nombre se barajó en un principio pero parecía descartado, no impidió que durante el fin de semana aumentaran los apoyos para Lagarde. Además del respaldo de Europa, que cuenta con un tercio de los votos en la dirección del FMI, la ministra francesa de Finanzas ha recibido los parabienes de Egipto y otras naciones africana , el aplauso del responsable económico de Indonesia y el compromiso de voto de los Emiratos Árabes . Este último fue comunicado como reacción al anuncio de que el israelí Fischer competía por el cargo, lo que demuestra que Lagarde y no Carstens es la figura aglutinadora de países no alineados, a falta de un candidato unitario de los emergentes.

CHRISTINE LAGARDE . La parisina Lagarde, de 55 años, ha ejercido diversos puestos en el Gobierno francés : ministra de Comercio, de Agricultura y de Finanzas. Con formación de abogada, amplió estudios en EE.UU., donde en 1981 comenzó a trabajar para la importante compañía jurídica Baker & McKenzie. Entró en la dirección de esta firma en 1999; en 2004 pasó a presidir el comité de estrategia global. Luego abrió en Bruselas una delegación de Baker & McKenzie y de allí pasó en 2005 al Gobierno del presidente Sarkozy.

A favor . La crisis económica ha agrandado el perfil de Lagarde, no solo por su gestión de las finanzas fracesas, sino también por su capacidad de forjar consensos en el seno de la Unión Europea. Su experiencia en los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal le capacita para la dirección del FMI, entidad decisiva en los rescates.

En contra . Su formación no es de economista sino de abogada, carrera a la que ha dedicado buena parte de su vida profesional. Tiene pendiente un posible juicio en Francia por “abuso de autoridad”. El 8 de julio el Tribunal de Justicia de Francia deberá determinar si Lagarde es juzgada por haber ordenado en 2007 resolver por medio de un arbitraje, y no por vía judicial, una petición de indeminización del polémico empresario y ex ministro Bernard Tapie.

STANLEY FISHER . Nació en Zambia y se formó en Reino Unido y EE.UU. Fue economista jefe del Banco Mundial entre 1988 y 1990. Ocupó el puesto de subdirector del FMI, donde estuvo entre 1994 y 2001. Luego pasaría al sector privado, entrando en la dirección de Citigroup, entre 2002 y 2005. Ese último año fue nombrado gobernador del banco central de Israel.

A favor . Su larga experiencia tanto en las organizaciones financieras internacionales como en puestos ejecutivos de carácter privado y público. Se presenta como alguien que conoce a la perfección los aspectos burocráticos y además es capaz de superarlos imprimiendo liderazgo gracias a sus consolidados años de gestión.

En contra . Tiene 67 años, por lo que supera en dos la edad máxima establecida para dirigir el FMI, aunque no se trate de una regla estricta. Las dos nacionalidades que tiene no le ayudan: la estadounidense recuerda que el FMI ha estado gobernado siempre por un pacto de Europa y EE.UU; la israelí ahuyenta el apoyo árabe, por más que el primer ministro palestino, Salam Fayyad, haya destacado sus buenas cualidades, que pudo apreciar cuando trabajó con él en el FMI. La gestión que esta institución hizo de la crisis asiática en 1997 y 1998, con implicación de Fischer, no se consideró positiva.

AGUSTÍN CARSTENS . Gobernador del Banco de México desde enero de 2010, este corpulento economista de 53 años tiene también experiencia en la escena de la economía mundial. Tras doctorarse en Economía en 1985 en la Universidad de Chicago, Carstens llegó a ser Tesorero del Banco de México y responsable de sus principales estudios. Entre 2003 y 2006 ocupó una de las subdirecciones del FMI y de 2006 a 2009 fue ministro de Finanzas de México.

A favor . Su labor en el FMI fue enormemente aprecidada por sus cuadros ejecutivos, aunque no son ellos los que votan, sino los países presentes en la dirección. Representa una voz económicamente sólida procedente de uno de los principales países emergentes, que han venido advirtiendo que el dominio de Europa en el FMI debería tener su final.

En contra . Por formación y por políticas, Carstens es visto como próximo a Estados Unidos, por lo que no trazaría un liderazgo suficientemente propio y distinto. La falta de consenso entre los países emergentes no ha ayudado a potenciar su candidatura, cuya campaña ha contado con felicitaciones de los países que ha visitado, pero sin arrancar compromisos.