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La falta de talento y la sombra del paro atizan a la inteligencia artificial

Los expertos destacan que las empresas aún no saben «qué puede hacer esta tecnología por ellas»

De izquierda a derecha, Paloma Seoane, sudirectora de Estadística; Enrique Serrano, director general de Tinámica; Ignacio Marrero, responsable del área de Inteligencia Artificial de Accenture; e Íñigo Barandiaran, director del departamento de Industria y Fabricación Avanzada de Vicomtech, durante las jornadas organizadas por Ametic JUAN MANUEL SERRANO

Daniel Caballero

Los años cincuenta pasarán a la historia como la década en la que se inventó la inteligencia artificial. No como la conocemos hoy día, sino que fue entonces cuando se sentaron las bases de esta tecnología. Un avance de potencial desconocido en aquella época que ... es ahora cuando atisba sus primeras aplicaciones. Sistemas de reconocimiento de imagen, de voz, de análisis de datos... Un sinfín de utilidades -algunas por explorar- en torno a un descubrimiento que llegó antes, incluso, que el CD. En esos años ya se hablaba de máquinas que pudieran suplir la inteligencia humana; en cambio, la música no se almacenaba en discos, la fregona no estaba ni siquiera ideada y los teléfonos móviles eran una utopía. Sin embargo, este avance tiene también inoculado un «virus» sin cura conocida: la destrucción de empleo.

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