La sandía y el melón se convierten en bienes de lujo para los españoles en un escenario de inflación elevada

En esta categoría, frutas de verano como la sandía o el melón han devenido en bienes de categoría gourmet por sus elevados precios . En detalle, desde la consultora IRI reportan un incremento del precio de la sandía del 68,2% y del melón del 29,4% en mayo del año en curso en comparación con mayo de 2021 . Por su parte, los limones subieron un 32,2%; los plátanos, un 30,1%; la piña, un 27,5% y las fresas, que se encarecieron 17,9%. La fruta de hueso, como el caso del melocotón, se encareció un 6,8% en los últimos 12 meses.

Así, las frutas en general se incrementaron un 10,4%, es decir, casi cinco puntos por encima del resto de productos frescos. «Haciendo un 'zoom' únicamente en el mes de mayo, observamos que los precios siguieron subiendo al mismo ritmo que de enero a mayo , aunque su demanda sufrió un mayor decrecimiento, del -2,4%», puntualizan fuentes de la consultora IRI. «A pesar de los elevados precios de las frutas actualmente, su demanda no se ve tan afectada como en otros frescos, ya que los consumidores siguen considerándolas como un elemento imprescindible en su cesta de la compra habitual», aclaran desde IRI.

Por su parte, los productores argumentan que la subida de los precios de venta finales está relacionada con el alza en origen . Factores como el encarecimiento de los materiales de envasado, de la energía o del transporte están detrás del encarecimiento de la fruta de verano y, en general, de toda la cesta de alimentos. A esto se unen diversos fenómenos climáticos adversos para los agricultores. Para la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), la subida del precio de la fruta es imputable principalmente al fuerte descenso de la oferta debido a la mala climatología . «Hay mucha menos producción y la demanda ha sido alta por las elevadas temperaturas. Primero las heladas y, luego, la ola de calor han afectado a todas las producciones», argumenta un portavoz de Fepex.

En el caso de la fruta de hueso, las heladas de abril y mayo han provocado un fuerte descenso de la oferta en las principales zonas productoras . Al respecto, la asociación Afrucat de Cataluña valoró hace unas semanas que en esta campaña se ha perdido cerca del 70% del potencial productivo en melocotones y nectarinas a causa de las heladas y del granizo, con una producción final de 165.550 toneladas. En los mismos porcentajes se mueve Aragón, con pérdidas del 60% al 70% en melocotón y nectarina y que llegan al 90% en albaricoque, según cálculos de Fedefruta.

En Murcia también llovió mucho en mayo, una circunstancia que afectó a la fruta de hueso. Apoexpa en Murcia ha valorado que la producción ha sido un 20% menor a la de años anteriores

Los precios medios en origen de la sandía y el melón del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación arrojan unos 49,49 céntimos de euros por kilogramo para la sandía en la semana del 6 al 12 de junio de 2022 y de 61,93 céntimos para el melón. Estos precios son mucho más altos que los que se registraban en la misma semana del año pasado, cuanto la sandía costaba 20,79 céntimos por kilo y el melón, 32,17 céntimos.

Con este telón de fondo, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, le reprochó hoy miércoles al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que un melón puede llegar a costar 13 euros; una sandía, otros 12 euros, y medio kilo de cerezas, seis . «Esto le puede arrasar a ustedes, a nosotros, a cualquier Gobierno y a cualquier iniciativa de izquierdas», avisó Rufián.

La subida de los precios ha propiciado un cambio de hábitos de los consumidores españoles. Según se desprende del informe «Global Issues Barometer» de Kantar Insights, un 68% de consumidores afirma que, en efecto, los precios están subiendo de manera muy aguda. De momento, la mayoría de los hogares consiguen hacer frente sin problemas a las facturas o a básicos como la alimentación, un 69% así lo declaran en lo que se refiere a los recibos y otro 85% apuntan en este sentido en el caso de la cesta de la compra. Donde sí se está notando una ralentización del gasto es en las partidas que implican un desembolso de mayor cuantía , como la compra de un vehículo.

Pero, los hábitos de los consumidores empiezan a verse modificados. En este sentido, cuatro de cada diez españoles han hecho o harán cambios en su economía doméstica para reducir gastos. Además, una tercera parte modificarán comportamientos que impliquen un respiro para la cartera, como por ejemplo, hacer menos kilómetros con el coche y ahorrar en el gasto en gasolineras.

También se empieza a diluir el ahorro acumulado durante la pandemia y uno de cada cuatro españoles pondrán límites a ese dinero que mes a mes iban metiendo en la hucha.