'Tormenta perfecta' en el comercio internacional

La escasez mundial de productos impacta ya en el consumidor español

Las patronales españolas admiten retrasos en el suministro de coches, aparatos electrónicos, juguetes, moda, calzado y componentes industriales

Escasez de prendas de ropa en un almacén de San Fernando de Henares JOSÉ RAMÓN LADRA/ ABC Multimedia

Escasez en el suministro de aparatos electrónicos y de coches, pero también de juguetes, prendas de ropa o zapatos, componentes industriales e incluso de materiales para la construcción. A los problemas de la falta de materias primas, el cuello de botella en el transporte y la crisis de los semiconductores ... se une ahora el de la variante Delta del coronavirus que está provocando nuevas demoras en el transporte marítimo. Distintas patronales ya advierten de retrasos en la entrega de productos y avisan de que el desabastecimiento de productos en el mercado internacional amenaza con impactar ya en el consumidor español. Además, los precios del transporte de los contenedores se han multiplicado por cinco. Una escalada que ha encontrado l detonante final en el cierre de una terminal del puerto de Ningbo-Zhoushan (a 250 km de Shanghai) tras confirmarse un brote de coronavirus entre sus empleados . Se trata del tercer muelle marítimo en términos de envíos a nivel mundial, por el que el año pasado pasaron 1.200 millones de toneladas de mercancías.

Como consecuencia de este escenario, que los expertos consultados califican de ‘tormenta perfecta’ en el comercio internacional , los inventarios se agotan rápidamente y la inflación se ha disparado tanto en Europa como en Estados Unidos. «Los puertos de Europa y de la costa oeste de Estados Unidos siguen congestionados », destaca la economista de China de Pimco, Carol Liao. «El reciente brote de coronavirus en Taiwán podría prolongar esta situación. Aunque la producción de las fundiciones está en su mayor parte automatizada y no es especialmente intensiva en mano de obra, la pandemia está afectando a otras partes de la cadena de suministro tecnológico, como la logística», añade Liao. «Comprar un ordenador portátil o un monitor de PC en este momento no es fácil. En Estados Unidos, los inventarios de los clientes empresariales están en un mínimo histórico y el índice de acumulación de pedidos ha estado en máximos históricos en los últimos meses», añade, por su parte, el CIO Core Investments de AXA Investment Managers, Chris Iggo.

Los problemas en el mercado internacional ya se están trasladando a España y las patronales de diferentes sectores admiten la existencia de roturas en las cadenas de suministro de nuestro país. Por su parte, el presidente de la patronal textil Acotex y CEO de la firma Neck & Neck, Eduardo Zamácola, explica que el colapso en los puertos asiáticos ya se está traduciendo en «retrasos de mucha parte de la mercancía, y lo que es peor, en incrementos de costes muy importantes porque muchos de los pedidos ahora se tienen que traer en avión, mucho más caro que el barco». Sin embargo, el cliente aún no lo ha notado en las tiendas por la «crisis del consumo de ropa» que se sufre hoy en día.

Ante la coyuntura, otras empresas de la industria textil, en este caso del segmento tecnológico, se muestran tajantes: «Es hora de empezar a estocar» apostilló el presidente del principal foro internacional del sector (ITMF) Christian Schindler durante un encuentro con la patronal de las empresas exportadoras españolas (Amec) celebrado el mes pasado. En el mismo evento, Schindler advirtió también que los problemas de abastecimiento de materias primas irán en aumento y llegarán a su máximo nivel entre otoño y finales de 2021 . En este sentido, en el sector preocupa la evolución de productos como el cobre, el aluminio, y sobre todo las púas para bobinar, así como de los semiconductores.

Este último sigue desatando el caos en el sector automovilístico . El jueves factorías automovilísticas como Seat o Stellantis tuvieron que anunciar nuevos parones forzosos en sus líneas de producción por la falta de componentes electrónicos . Según la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto), entre enero y finales de mayo se dejaron de producir en España 231.679 vehículos por la falta de estos chips, «con el consiguiente impacto en la cancelación del suministro del resto de componentes de esos vehículos». A nivel mundial se dejarán de producir hasta siete millones de automóviles en 2021, según la consultora IHS Markits.

En Amec definen la situación como «lo nunca visto». «Las empresas están anticipando pedidos desde siete meses antes. Esto hace que los precios suban más y los plazos de entrega se alarguen», explica el presidente de la patronal, Joan Tristany. De hecho, lo que se produce es el conocido como ‘efecto látigo’; ante el miedo a quedarse sin suministros por un posible incumplimiento de sus proveedores, las empresas realizan el mismo pedido a tres distribuidores distintos originando así un ‘tsunami’ de demanda que complica aún más el restablecimiento de la ansiada normalidad.

La ‘tormenta perfecta’ la completan la escasez de contenedores y sus disparatados precios. En el último año el precio de los fletes marítimos desde los puertos chinos se ha multiplicado por cinco, según el Drewry World Container Index de Bloomberg, y su demanda se ha incrementado hasta un 800%. Esto ocurre mientras se suceden los retrasos en los puertos chinos provocados por la propagación de la variante Delta, lo que puede desembocar en nuevas demoras.

Una Navidad en riesgo

En el sector de los juguetes, la escasez puede poner en riesgo la próxima campaña de Navidad. «Tenemos materias primas, a cuentagotas y más caras que nunca , pero no faltan. Lo que sí existe ahora son retrasos de hasta cinco semanas. No olvidemos que el 80% de los juguetes se fabrican en China, por ejemplo, las baterías de algunos coches eléctricos de juguete solo se elaboran en el país asiático», relata el responsable de Promoción Exterior de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, Oliver Giner.

Si continúan los problemas logísticos y de atasco en los puertos asiáticos, a los Reyes Magos les será complicado encontrar los juguetes estrella de la Navidad. «Puede haber escasez o falta de productos en la campaña de Navidad ya que todos estos juguetes deberían estar embarcando ahora para llegar a las plataformas logísticas de las cadenas de distribución en octubre», indica Giner. «La demanda está desbordada, con lo que las navieras ponen poco a poco en servicio los barcos. A esto se suman los problemas en los puertos de China por brotes de Covid», señala. No obstante, el portavoz de los jugueteros cree que las empresas todavía están a tiempo de reaccionar y que están tratando de llegar a tiempo a la campaña de Navidad.

Desde la patronal Anged aseguran que en las tiendas de sus cadenas asociadas no han notado escasez de productos, pero sí admiten «demoras puntuales» en algunos aparatos electrónicos por la falta de semiconductores durante los últimos meses. «La variante Delta es un problema importante a nivel mundial y podría afectar al suministro por un tiempo más. Las empresas de consumo generalmente están aumentando el ‘stock’ a tiempo para la temporada navideña, pero este año será un desafío», alerta, por su parte, Iggo, de AXA Investment Managers.

Subida de precios

«Estamos ante una gran crisis», ahonda la presidenta de la Asociación Nacional de Empresas de Frío y sus Tecnologías (Aefyt), Susana Rodríguez. «El miedo que tenemos es que esto derive en una situación de especulación con una subida del IPC camuflada que no va a ser por consumo, sino por subida de precios». Rodríguez también reconoce un desabastecimiento de componentes industriales. «En España ahora mismo no hay tuberías para instalaciones de CO2 de cobre, los plazos de entrega son de 18 a 20 semanas y tampoco son fiables al 100%». La presidenta de Aefyt va más allá y alerta de una posible rotura en la cadena de frío en el caso de que haya problemas de mantenimiento o incluso de fabricación en una instalación y no se encuentre en el mercado ese componente.

Desde la organización de consumidores OCU hablan de «preocupación» por el futuro impacto en el bolsillo del consumidor ante el próximo encarecimiento de los productos. «Lo que se va a dar con toda seguridad es un aumento significativo de los precios, está por ver en cuánto y hasta cuándo», predice el portavoz de la organización de consumidores, Enrique García. «Además en España se va a agravar a consecuencia del encarecimiento del precio de la electricidad», añade.

Por su parte, los analistas auguran que el desequilibrio entre la oferta y la demanda se aliviará en los próximos meses. «Los cuellos de botella logísticos deberían desaparecer en 2022 según se incremente la capacidad y los costes de flete se normalicen gradualmente para el próximo año», apunta Bao, de Pimco.

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