suplemento empresa
«España necesita mayor flexibilidad laboral»
Entrevista con Sigbjørn Johnsen, ministro de Economía de Noruega
javier tahiri y luis p. arechederra
La escena parece sacada de la película hispano-argentina «El método» (2005). El lugar de reunión con Sigbjørn Johnsen (Lillehammer, 1950), ministro de Economía de Noruega, da la impresión de estar sitiado por las protestas. El paseo del Prado aparece repleto de manifestantes contrarios al ... cambio de temario de las oposiciones para docentes en la Comunidad de Madrid. Paradójicamente, breves momentos después, Johnsen señala la importancia de la educación para combatir el desempleo juvenil, junto al acuerdo de los agentes sociales. Sus consejos deben ser tomados en cuenta: este noruego, lleva las riendas de una economía que el año pasado creció al 1,7% y que cerró 2011 como país con mayor índice de desarrollo humano de todo el mundo . Recuerda que en los años 90, la situación de su país fue similar a la que atraviesa España ahora, con una burbuja inmobiliaria que afectó el acceso al crédito, un sistema bancario que tuvo que ser reestructurado y un aumento del desempleo que los obligó a reformar su mercado laboral. Allí salieron mediante reformas estructurales, un aumento de la competitividad y el diálogo de los agentes sociales. Pero de fondo, el desacuerdo resuena con fuerza desde las calles de Madrid.
—Noruega es uno de los principales inversores de deuda europea, ¿cómo les afecta la crisis de deuda?
—Todo lo que ocurre en Europa es crucial para Noruega, ya que la UE es el destino de la mayor parte de nuestras exportaciones, somos uno de los grandes suministradores de energía para Europa y uno de sus principales inversores. El Fondo noruego de pensiones (al que se desvían los excedentes de los beneficios derivados de la extracción de crudo noruego para las futuras generaciones) es un inversor a largo plazo, y continuará invirtiendo en deuda europea sea la situación económica buena o mala.
—A pesar de que Noruega no esté en la UE, ¿cómo se ve la crisis continental desde Oslo?
—La eurozona atraviesa tiempos inciertos, pero también hay señales prometedoras. Los diferenciales de deuda de países como España e Italia están bajando gracias a las comprensivas medidas adoptadas por el BCE y las conclusiones de la última cumbre arrojan mensajes positivos. Pero aún con estos mensajes, el principal problema de Europa sigue ahí y es el desempleo, la cara humana de la crisis . Aún más en España, donde no solo el dato es más elevado sino que las perspectivas no son buenas.
—¿Qué fórmulas lanza para la salida de la crisis?
—Cuanto antes se consiga insuflar confianza en los mercados y aplicar políticas activas para luchar contra el desempleo, antes llegará la recuperación. Creo que Europa saldrá de la crisis, aunque le tomará algo de tiempo por los desequilibrios contra los que tiene que luchar. Cuestiones que no se reparan en un año, sino que requieren más tiempo. El desempleo ha sido una de las prioridades de esta última cumbre, una señal de que se están identificando los problemas.
—Con una tasa de paro del 3,4%, ¿cuáles son las razones del éxito del mercado laboral noruego?
—Hace setenta años, mis predecesores decían que en Noruega «no vivimos del trabajo de uno sino que cada uno vive del trabajo de los otros». En parte, es un tema de cultura: los políticos noruegos siempre hemos tenido el pleno empleo como nuestra mayor prioridad. En los años 90 en Noruega también atravesamos una crisis parecida a la de España, con un boom inmobiliario conectado al exceso de los préstamos desde los bancos. Sufrimos años con inflación y desempleo alto y un alza del déficit público, incluso con las rentas que nos deparaba el petróleo. El factor clave para superar esta situación fue un acuerdo nacional entre sindicatos y patronal: «La alternativa solidaria», que consiguió aumentar nuestra competitividad, junto a otras reformas estructurales. Es un buen ejemplo de cómo un modelo puede funcionar y demuestra la importancia de la cooperación entre agentes sociales y autoridades.
—¿Puede aprender algo España de la experiencia noruega?
—Las medidas que funcionan en un país no son fáciles de exportar a otro. Pero hay cosas positivas que podrían repetirse. La primera es la capacidad de acuerdo de los agentes sociales para cooperar y un mercado laboral activo, que elimine rigideces del mercado. Todo lo que sea mayor flexibilidad laboral será positivo. También es importante luchar contra el desempleo juvenil. Para ello, es fundamental adaptar la educación para que sirva de puente al mercado laboral y apostar por la formación continua cuando estén en el paro. Otra buena forma es fomentar que haya más jóvenes emprendedores, que comiencen sus propios negocios.
—¿Qué piensa de la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy?
—No la conozco con detalle, pero por lo publicado creo que la prioridad de todo mercado laboral debe ser potenciar la flexibilidad. En Noruega tenemos una legislación general pero con una gran flexibilidad. El convenio de empresa es la llave para esto. Además ligamos salarios con productividad, y ambas variables están bien definidas y muy ligadas para que la correlación sea efectiva. Hay un gran margen de maniobra a nivel local, y sindicatos y trabajadores están de acuerdo en la importancia de priorizar la productividad con tal de que aumenten las exportaciones y así el trabajo. Este es el modelo de negociación en Noruega, y ha funcionado muy bien en los últimos 18 años.
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