¿Cuándo conviene realizar la declaración pese a ingresar menos de 22.000 euros anuales?

En el caso concreto, si suponemos que el contribuyente exclusivamente ha obtenido durante el ejercicio rendimientos del trabajo por debajo de 22.000 EUR anuales, a priori su declaración anual del IRPF no tiene por qué resultar a devolver, en la medida en que el retenedor o empresa haya tenido en cuenta, a la hora de calcular el tipo de retención a aplicar, las deducciones que por nivel de renta puedan aplicar, y la situación personal y familiar del contribuyente. Podrá resultar a devolver si el contribuyente es beneficiario de alguna reducción o deducción no contemplada por el retenedor, como puede ser la reducción por aportación a planes de pensiones, la deducción por adquisición de vivienda habitual, por declaración conjunta y/u otras deducciones estatales y autonómicas (por nacimiento de hijos, por alquiler de vivienda habitual, etc.).

Si el contribuyente ha percibido como única renta sujeta a retención del ejercicio un salario de un único pagador no tendrá obligación de presentar la declaración del IRPF si esta retribución no supera los 22.000 € en el año. Eso sí, podrá presentarla si le resulta más beneficioso.