La caída histórica del Dow Jones mantiene en vilo a los mercados

El principal índice de la Bolsa de Nueva York cerró este lunes con una caída del 4,61% , llegando a perder la cota de los 25.000 puntos. Este retroceso es también el mayor registrado en un solo día (1.500 puntos). En paralelo, el Nasdaq y el S&P 500 cedieron un 3,78% y un 4,1%, respectivamente. Con este bajón, el Dow Jones ha perdido lo ganado este año, estando actualmente en un saldo negativo del 1,53%. Uno de los valores más castigados en la jornada de ayer fue Wells Fargo, cuyos títulos se desplomaron un 9,7%.

Economistas y analistas llevaban advirtiendo desde hace semanas de un aumento de la inflación en las principales economías . En concreto, el pasado 26 de enero, Wall Street marcó un nuevo máximo histórico, tras acumular Dow Jones una subida mensual superior al 7%. Estos temores terminaron de cristalizar este viernes, tras cerrar el Dow Jones con una caída del 2,54%, acumulando la semana pasada un retroceso del 4,12%.

Todo esto coincidía con la publicación de datos sobre el promedio de los aumentos salariales de EE.UU. en un 2,9%, lo que agravó el temor a un incremento de los precios y a una aceleración en el ritmo de subidas de tipos. Esto supondría una subida en los costes de la deuda de las compañías estadounidenses. Según el director de inversiones de Commonwealth Financial Network, Brad McMillan, en declaraciones a Bloomberg, estos incrementos en las cotizaciones han sido fruto de « una confianza excesiva ».

Por tanto, el nuevo presidente de la Fed tendrá como reto seguir normalizando la política monetaria sin dañar el crecimiento. Es decir, deberá concretar el ritmo de las posibles subidas de los tipos de interés, actualmente entre el 1% y el 1,25% . La primera de ellas podría producirse durante la siguiente reunión de la institución, programada el próximo 21 de marzo. El miedo de los inversores radica en un mayor endurecimiento de la política de la Fed después de que la reforma fiscal de Trump haya impulsado los beneficios de las empresas y el salario de los trabajadores.

Mientras, el resto de mercados deberán definirse sobre las señales negativas emitidas desde Wall Street y confirmar si se trata de una mera corrección y no apunta hacia una posible desaceleración del ritmo de crecimiento.