Bush: «Si no actuamos ahora, la situación empeorará día a día y los daños serán dolorosos y duraderos»

Horas antes, la Comisión Europea ha mostrado su "decepción" por el sorprendente rechazo parlamentario del 'plan de rescate', hilvanado durante el fin de semana por representantes de los partidos Republicano y Demócrata como solución a la delicada situación financiera que atraviesa el país. El portavoz jefe del Ejecutivo comunitario, Johannes Leitenberger, ha hecho hincapié en que las turbulencias que atraviesan los mercados mundiales se originaron en EEUU, por lo que este país tiene una "responsabilidad especial" en su resolución.

Bruselas confía en un rápido acuerdo que permita comenzar a aplicar el plan de rescate, ha señalado Leitenberger, quien ha subrayado que de ello depende el destino no sólo de EEUU, que ha visto como la Bolsa neoyorquina cerraba ayer con una caída del 6,98%, la mayor de su historia, sino de todo el mundo. El portavoz ha destacado que las autoridades europeas están asumiendo su responsabilidad, con acciones, en algunos casos concertadas, para apoyar al sector financiero y mostrando compromiso con la cooperación a nivel internacional.

Ha aludido, en ese contexto, a la operación de rescate anunciada esta mañana para asistir al banco franco-belga Dexia y a la decisión del Gobierno irlandés de garantizar durante los dos próximos años todos los depósitos de los seis bancos del país. También ha recordado que Nicolas Sarkozy, en calidad de presidente de la UE, ha convocado un encuentro internacional en otoño, al que asistirán los líderes del G8 -los siete países más industrializados y Rusia- y otros representantes internacionales para pactar una respuesta a la crisis financiera.

Además, para preparar esa cumbre, organizará en los próximos días en París una reunión con los países europeos representados en el G8 -Alemania, Francia, Italia y Reino Unido- y los presidentes del BCE, Jean-Claude Trichet, la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. El objetivo es trabajar de manera conjunta y con eficacia, ha explicado Leitenberger, quien ha agregado que los 27 tendrán otra ocasión para fijar una posición común sobre los problemas en los mercados en el Consejo Europeo del 15 y 16 de octubre.

La sorpresa llegaba esta noche, cuando legisladores republicanos opuestos al plan de Bush y demócratas rebeldes se han unido para hacer fracasar el proyecto con 228 votos en contra y 205 a favor, en medio de escenas de gran tensión y ante la mirada atónita de muchos congresistas. De nada han servido las plegarias del presidente estadounidense para que el Congreso diese luz verde al plan para inyectar liquidez a los mercados e impedir así que la crisis se extendiese a toda la economía del país.

Mientras los líderes republicanos y demócratas intentan reformular el proyecto para someterlo a una segunda votación en la Cámara de Representantes, en el Senado las cosas son muy distintas. Los líderes de ambos partidos han prometido emprender acciones con rapidez para conseguir la aprobación del proyecto.

El líder de la mayoría del Senado, el demócrata Harry Reid, y el de la minoría, el republicano Mitch McConnell, han urgido a poner fin a las disputas entre ambos partidos. "El juego de buscar culpables tiene que terminar y necesitamos ir hacia delante y hacer lo que es bueno para nuestro país", ha declarado Reid. "Tendremos el trabajo hecho esta semana", ha añadido McConnell.

"Espero y confío en que todas las partes, la Cámara y el Senado, y la Casa Blanca trabajarán justos para alcanzar una meta que sea buena para el pueblo americano", ha dicho Reid.

Los candidatos presidenciales de EEUU, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, siguen muy de cerca los pasos dados para atajar la crisis y han multiplicado sus declaraciones, conscientes de que se juegan la elección presidencial. Ambos candidatos están en permanente contacto con Bush.

Desde Iowa, McCain ha instado al Departamento del Tesoro a intervenir tan "creativamente" como sea necesario para limitar los daños al sistema financiero y aseguró que el Congreso tendrá que tomar medidas aunque sean impopulares por el bien del país. "La inactividad no es una opción", ha sostenido el candidato republicano.

Por su parte, Obama, que ha visto cómo la crisis le ha dado una pequeña ventaja en las encuestas, también indicó que "ante la tormenta que se avecina en nuestros mercados financieros, la falta de acción puede resultar catastrófica para nuestra economía y nuestras familias". El candidato demócrata ha instado al Congreso a no comenzar de nuevo las negociaciones desde el principio con un nuevo proyecto de ley.