Bruselas vigilará la reestructuración del sistema financiero

Oficialmente ha sido España quien ha solicitado esta declaración política que, por primera vez desde que comenzó la crisis, no contiene ninguna exigencia de intervención directa en las cuentas públicas del país, aunque si que recuerda que se mantiene la «vigilancia estrecha» sobre los objetivos de déficit .

El acuerdo del Eurogrupo implica una reordenación del sector financiero español como condición para otorgar una línea de financiación a los bancos con problemas, pero no impondrá requisitos al Gobierno sobre las finanzas públicas, como fue el caso de Grecia, Irlanda y Portugal . Por el contra, el Fondo Monetario Internacional, mantiene un papel «supervisor» a pesar de que el Gobierno hubiera preferido que esta institución se quedase totalmente al margen de la operación.

El monto total de la ayuda, que puede llegar a los 100.000 millones de euros en forma escalonada, supera en mucho las peores previsiones planteadas por el informe del FMI publicado en forma intempestiva en la noche del viernes y que ha sido el instrumento técnico para dar pie a la reunión del Eurogrupo.

Todas las instituciones implicadas habían dejado dicho que hacía falta conocer las dimensiones del problema para tomar una decisión, y esta ha sido lo bastante extensa como para esperar que con este «respaldo efectivo», como dice el comunicado de los ministros, los mercados de deuda abandonaran las presiones sobre los bonos españoles.

Aunque los términos exactos de la operación todavía se tienen que negociar, el comunicado advierte que «toda la responsabilidad» del rescate recae sobre el Gobierno español, que a su vez sigue sujeto a su compromiso de reducir el déficit público por lo que el Eurogrupo vigilará «estrecha y regularmente» que se mantiene el rumbo adecuado en los recortes y las reformas. Por si hubiera dudas en este campo, el comunicado se refiere expresamente al hecho de que será el Gobierno español el que firme el «memorándum de entendimiento» (MOU), como todos los demás países que han solicitado asistencia, aunque también señala claramente que no hay condicionalidades macroeconómicas que cumplir, tales como las que si se han impuesto a los países bajo proceso de rescate.

El ministro alemán Finanzas, Wolfgang Schäuble , al que se atribuye el impulso de las últimas gestiones dentro del Eurogrupo para convocar la reunión de ayer, saludó el acuerdo alcanzado con España, y «la determinación del gobierno español para proceder a la recapitalización de los bancos través de fondo de estabilidad europeo con las condiciones correspondientes ».

El ministro reiteró lo dicho por el Eurogrupo de sobre que el actual Fondo Europeo de Estabilidad Financiera está disponible para ofrecer esa asistencia financiera , pero ha aprovechado para pedir que los países aceleren la ratificación del Mecanismo Permanente (MEDE) «que es todavía más eficaz». Alemania lo hará antes del final del periodo parlamentario y las vacaciones de verano.

La Comisión Europea, por su parte, también ha celebrado tanto la decisión anunciada formalmente por España como el respaldo del Eurogrupo y en un comunicado que firman el presidente José Manuel Barroso y el vicepresidente Olli Rehn se ofrece para actuar «en coordinación con el BCE la EBA (la Autoridad Bancaria Europea) y el FMI» para «proporcionar la adecuada condicionalidad para el sector financiero», es decir los requisitos adicionales que se impondrán en este caso, por encima de las que corresponden a la legislación sobre las ayudas de Estado a la banca, que controla Joaquín Almunia.

El comunicado reconoce que aún quedan por conocerse los resultados de las evaluaciones independientes del sector financiero en España, por lo que el proceso sigue abierto a un periodo de negociaciones que acaba de comenzar. Según los expertos esta decisión intentará que quede al resguardo de las turbulencias de los mercados, y eso ya se comprobará el lunes. En cuanto a las negociaciones, dependerán sin duda de la evolución de los acontecimientos en Grecia.