Fedea propone aumentar la recaudación en un 4% con un tipo de IVA único

Fedea explica que su punto de partida es que la economía española cuenta con un sistema impositivo "muy ineficiente" que no es capaz de recaudar suficientes recursos para financiar el Estado de Bienestar, con un déficit estructural que ronda el 3%.

Su propuesta, tal y como explican, comparte las recomendaciones del Informe Mirrlees, que considera que una estructura óptima debe respetar los principios de progresividad , neutralidad, simplicidad y estabilidad.

Fedea considera que el sistema tributario español se caracteriza por tener unos tipos marginales muy elevados pero tipos efectivos muy bajos, por lo que su estrategia principal en IRPF y Sociedades consiste en cambiar su estructura para mantener la misma recaudación. En concreto, apuesta por aumentar las bases impositivas con la eliminación de deducciones, exenciones y beneficios fiscales y reducir los tipos marginales para situarlos en la media de los países desarrollados.

En el IRPF propone eliminar por completo los beneficios fiscales, excepto la reducción por rendimientos de trabajo , aumentar el mínimo exento en un 45% --hasta 7.470 euros desde los 5.151 actuales-- y reducir los tipos marginales, también los del ahorro. Con estos tres cambios, la reforma sería neutral en la recaudación.

En Sociedades, plantea eliminar los beneficios fiscales y la deducibilidad de los intereses, lo que dejaría margen para poder bajar el tipo al 15% manteniendo la recaudación sin cambios y situaría a España entre los países de la UE con menores tipos, cerca del nivel de Irlanda (13%) . Según Fedea, este cambio tendría un efecto positivo sobre la creación y el crecimiento de las de empresas.

El aumento principal de la recaudación de la reforma de Fedea provendría de el establecimiento de un tipo único de IVA, sin tipos reducidos ni superreducidos, que podría elevar los ingresos hasta en un 2%. A su parcer, esta medida debería ir acompañada de iniciativas de apoyo a las familias, como la subida del mínimo exento o el establecimiento de políticas redistributivas para compensar a las familias con menos recursos.

En concreto, la fundación estima que la desaparición de los beneficios fiscales del tipo reducido (14.062 millones) y del tipo superreducido (5.552 millones) podrían elevar la recaudación en 20.000 millones de euros, mientras que las exenciones se mantendrían sin cambios.

Además, propone aumentar los Impuestos Especiales para elevar en un punto su recaudación y situar los recursos a la producción (precios públicos, tasas o concesiones) en la media europea, con lo que se conseguiría otro punto extra de recaudación. En total, la reforma elevaría los ingresos en cuatro puntos de PIB.

Dentro de los Impuestos Especiales, Fedea apuesta por subir la fiscalidad de la gasolina y el gasoil, eliminar los beneficios fiscales sobre el alcohol e imponer un gravamen sobre el vino y otras bebidas fermentadas. Dado el consumo actual de cerveza y vino, cree que la recaudación podría aumentar hasta en 1.100 millones.

Esta reforma global, a su juicio, se podría completar con un nuevo impuesto a la riqueza similar al existente en Francia, que generaría una recaudación del 0,2% del PIB que podría destinarse a aumentar el mínimo exento, bajar un poco más los tipos marginales del IRPF o financiar alguna política redistributiva de gasto para compensar a las familias con menos recursos por la subida de la imposición indirecta.

En estos cálculos Fedea no ha incluido los posibles cambios que podrían generar estas modificaciones en el comportamiento de consumidores y empresas. De hecho, cree que el efecto de equilibrio general asociado a una estructura impositiva mucho más eficiente permitiría un aumento de ingresos por el aumento del PIB superior a lo estimado en este trabajo.

Además, no se plantean cambios respecto a la tributación de los autónomos, que tienen un rendimiento neto medio de 7.244 euros, lejos de los 18.891 euros que declara un asalariado medio. En este sentido, la fundación dice que si ambos colectivos declarasen lo mismo, la recaudación de IRPF podría subir en 8.000 millones al año.

Según Fedea, la idea es aumentar la recaudación sin dañar el crecimiento económico en un momento tan delicado como el actual. "Nuestra propuesta es capaz de afrontar con éxito ambos retos debido a las grandes ineficiencias que presenta el sistema tributario con tipos marginales muy elevados pero tipos efectivos muy bajos", sostiene.