«Doctrina Botín»: el banquero dio nombre a un nuevo proceder judicial

El primer procesamiento del exbanquero fue por delito fiscal , por las cesiones de crédito del Santander, pero la Audiencia Nacional archivó el caso en diciembre de 2006. Un año después, el Tribunal Supremo confirmaba este sobreseimiento y creaba una nueva doctrina: la llamada «doctrina Botín» , por la cual se impide abrir juicio oral contra alguien, es decir, sentarle en el banquillo, si lo pide solo una acusación popular. En esta ocasión el recurrente era la Asociación para la Defensa de Inversores y Clientes (ADIC), vinculada al fallecido Rafael Pérez Escolar, consejero de Banesto en la época en la que lo presidía Mario Conde.

La «doctrina Botín», que se ha extrapolado después a otros casos (recientemente a «Noós»), fue matizada posteriormente por la «doctrina Atutxa», con la que se admite abrir juicio oral con una acusación popular en solitario siempre que el delito afecte a «intereses colectivos» o si no se han personado los perjudicados directos. En el caso del expresidente del Parlamento vasco, éste se había negado a disolver el grupo Sozialista Abertzaleak pese a su vinculación con ETA. Esa desobediencia afectaba a todos los ciudadanos vascos.

Al margen de las cesiones de crédito, Botín tuvo que enfrentarse a u na investigación judicial por apropiación indebida y administración desleal en el caso de las jubilaciones que el Santander pagó a sus ejecutivos, el ex copresidente José María Amusátegui y el ex consejero delegado Ángel Corcóstegui, tras su salida de la entidad. También en esta ocasión fue absuelto por la Audiencia Nacional en 2005 y por el Tribunal Supremo un año después.

En febrero de 2007 la Audiencia Provincial de Cantabria archivaba el procedimiento abierto contra él por la presunta comisión de varios delitos derivados de la entrega del 1% de las acciones de Banesto a 13 directivos en 1994.