La vieja cúpula de Caixa Penedès evita ir a prisión al devolver sus pensiones millonarias

El magistrado considera que, aunque su conducta fue «maliciosa e insidiosa», pues prepararon y dotaron durante casi una década y de espaldas a los órganos de control de la caja los fondos que habrían de percibir a su salida del grupo , han reparado el daño al reembolsar esas cantidades. Pagès se había adjudicado 11,6 millones de euros, Santiago José Abella 5,7, Manuel Troyano 6,1 y Juan Caellas 4,8 millones. Había un cuarto imputado, el edirector de Recursos Humanos, Jaume Jorba, ya fallecido, que había cobrado 3,3 millones y ha estado representado por sus herederos.

Según la sentencia, que les condena solo por un delito de administración desleal pero no por el de apropiación indebida, que también se les imputaba, los directivos llevaron a cabo «una serie de procedimientos engañosos» para garantizarse el cobro de esas pensiones y seguros, «burlando», dice el fallo, los controles de los órganos de la entidad. Así, los cuatro exbanqueros antepusieron sus intereses «en perjuicio de la sociedad».

El juez, que ha fallado en contra de del criterio de la Fiscalía Anticorrupción, que mantenía su petición de hasta tres años y medio de cárcel , valora el hecho de que tanto Pagés como sus otros tres colaboradores hayan reconocido lo hechos.

Así, concluye el magistrado, «se restaura el orden jurídico y se compensa a la víctima, por lo tanto se han sometido a la ley y al derecho y esto tiene que tener su traducción en una reducción de la pena impuesta», y recuerda que «es realmente anómalo que en este tipo de delitos se repare el daño».