Los precios bajos salen caros
Los expertos señalan que la caída del 0,1% del IPC en octubre fue puntual, pero si la tendencia continúa puede lastrar a la economía
Europa encara una salida de la crisis con reminiscencias peligrosas. Bajo crecimiento, consumo raquítico y una inflación cada vez más cercana al terreno negativo y, por tanto, más lejos del objetivo dibujado por el Banco Central Europeo, del 2%. Esta semana Bruselas publicaba dos datos que alimentaban este cóctel de tendencias. Por un lado, la inflación de la Eurozona se redujo hasta el 0,7% en octubre , la más baja desde febrero de 2010 . Por el otro, el PIB del conjunto de los países de la moneda común creció un escaso 0,1% en el tercer trimestre . La rebaja de los tipos de interés del BCE al 0,25% refleja los temores a la baja inflación: en octubre, 11 de los 17 países del euro registraron un dato negativo . Nuestro país encabeza las sospechas, con un Índice de Precios al Consumo del -0,1% en octubre , el más bajo desd 2009.
El mismo día que hizo oficial la rebaja del precio del dinero, el propio presidente del BCE, Mario Draghi, rechazó las comparaciones con la Década Perdida de Japón. La experiencia nipona apunta a la caída continuada de precios que sufrió el país durante años desde los noventa y que condenó a su economía al estancamiento. La deflación se produce cuando hay un periodo prolongado de inflación negativa . Si bien puede parecer que la caída de los precios es una buena noticia para el consumidor al aumentar su poder adquisitivo, lo cierto es que si esta reducción se alarga, la situación torna en dañina para la actividad. Cuando hay una expectativa de descenso de los precios, la población y las empresas tienden a aplazar sus compras e inversiones, lo que se traduce en menores ventas para el comercio y un mayor desempleo, entrando en un círculo vicioso para la economía .
Asimismo, la deflación aumenta el peso de la deuda sobre el PIB y hace más difícil pagarla . Al subir los precios, la actividad económica crece artificialmente y al bajar, esta se contrae. Por su parte, cuando los precios auemntan, también lo hace la recaudación de Hacienda a través de los impuestos que gravan al consumo.
Pero, ¿ está la economía española en riesgo de entrar en deflación ? Los expertos consultados rechazan esta idea, confirman que el dato de octubre ha sido una bajada puntual y apuntan más bien a que nuestro país va a entrar en un terreno de desinflación, es decir, período de precios bajos pero que nunca llegan a caer en conjunto. « No vemos riesgo real de deflación, sino de desinflación . Esto se da tanto para España como para Europa», afirma la responsable de Estrategia de Inversis Banco, Marian Fernández.
Lo cierto es que en el dato de los dos últimos meses ha influido mucho que en la comparativa anual ya no se tenga en cuenta la subida del IVA aplicada en septiembre de 2012. De hecho, desde el pasado mes de abril el IPC a Impuestos Constantes, que descuenta de los precios el efecto de las alzas de impuestos, ha entrado en terreno negativo en cinco de los siete meses transcurridos.
Lejos de la deflación
Desde la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) descartan el riesgo de deflación y recuerdan que de las 126 subclases de productos que componen el IPC, en octubre solo 41 experimentaron una caída de precios. Asimismo, señalan que el índice volverá a terreno positivo el próximo mes y estiman que, en un escenario moderado, el año cerrará con una inflación del 0,2%.
Precisamente, como señala Marian Fernández, un período de precios bajos sin entrar en terreno negativo, beneficia a la economía española en varios aspectos . Así, en un proceso de devaluación interna como el que está embarcado nuestro país, cuanto mayor sea el diferencial negativo de inflación respecto a la Eurozona, más competitiva es la economía nacional frente a los países de nuestro entorno. Además, la moderación de precios compensa parcialmente la contención salarial y la bajada del poder adquisitivo de los jubilados, que tras la reforma verán cómo sus pensiones subirán un 0,25% el próximo año.
Como fuere, desde las casas de inversión también se observa con atención la evolución del dato para toda Europa. «Es llamativo que los precios al consumo bajen cuando el optimismo sobre la recuperación se afianza entre los agentes económicos y las autoridades», destaca el estratega jefe de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano.
En un escenario deflacionista hipotético, la estrategia cambia para los inversores. « A quien lastra más es a la renta variable . Porque la deflación ataca al consumo y a la inversión, por lo que afecta a los beneficios empresariales. La Bolsa caerá si hay deflación. En cuanto a la renta variable le lastra menos ya que en ese escenario los tipos de interés se mantienen muy bajos y se suele recurrir a estímulos monetarios», describe Fernández. Y sin que haya caídas, estamos en plena temporada de precios bajos.
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