Las exportaciones marcan otro récord en julio y vuelve la inversión extranjera

Esa última cifra no es ni mucho menos la más alta de un semestre, ni siquiera en los últimos años de profunda recesión. Ahora bien, además de conseguir aumentar la inversión que llega, España ha logrado retener la que ya existe. Mientras en los seis primeros meses del año pasado se fugaron 19.103 millones, entre enero y junio de este ejercicio sólo salieron 2.000. Así, la inversión neta, esto es, la inversión bruta menos la desinversión, pasó de un saldo negativo de 11.350 millones en el primer semestre de 2012 a un saldo positivo de 6.629 millones en el mismo periodo de 2013.

La mayor parte de ese dinero, el 77%, tuvo como destino empresas financieras y de seguros (2.376 millones, el 34,8%), la industria manufacturera (1.107, el 16,2%) y la construcción, que captó 792 millones, el 11,6%. Uno de los mayores repuntes se dio precisamente en la banca (+94,8%), que parece recuperarse de varios años de zozobra y vuelve a estar en el punto de mira de los extranjeros, como demuestran la reciente venta de EVO Banco al fondo norteamericano Apollo y la entrada de dos grandes fortunas iberoamericanas en el capital del Sabadell.

Inversores de Francia, Luxemburgo, Países Bajos, Reino Unido y Estados Unidos concentraron el 60% de la inversión, con 4.094 millones. Casi todo el dinero que está llegando a España, el 80%, es inversión productiva en sociedades residentes no cotizadas en Bolsa . Eso sí, son las entidades de tenencia de valores, sociedades instrumentales que gozan de grandes ventajas fiscales, las que más han incrementado su presencia, un 110%. Y Madrid, pese a que en el primer semestre perdió un 27,8% de la inversión, sigue siendo la autonomía que concentra el grueso del dinero foráneo (el 51,9%, 3.539 millones), seguida de Cataluña, que recibió un 42,2% más en capitales, hasta 1.666 millones, el 24,4%.

«La aplicación de políticas liberales permite generar un clima de confianza y hacen a la sociedad y a la economía madrileñas más ágiles y dinámicas» , defendió ayer el consejero de Economía y Hacienda, Enrique Ossorio, que achacó el atractivo de Madrid a medidas como la rebaja ordenada y selectiva de impuestos, la austeridad y reducción del gasto, la estabilidad presupuestaria y la reducción de trabas burocráticas.

Donde España ha dado también un salto exponencial es en las exportaciones, que crecen a un ritmo casi dos veces superior al de hace un año. Además, los españoles están consumiendo menos productos extranjeros, tanto por la debilidad del consumo como por la sustitución de bienes foráneos por nacionales, con lo cual las importaciones han caído un 3,1% en los siete primeros meses de 2013. Así, el déficit comercial se redujo entre enero y julio un 67,5%, a 6.611,1 millones, un desfase menor en comparación con los 20.334 millones de déficit acumulados a julio de 2012 o el agujero de 56.400 millones que soportaba el país en el mismo periodo de 2007.

Los sectores españoles con más presencia en el exterior son los de bienes de equipo, cuyas ventas al extranjero crecieron un 15,8% y suponen el 21,1% del total de exportaciones; el alimentario (crece un 5,9%, hasta alcanzar un peso del 14,9%), y el del automóvil, cuyas exportaciones se elevaron un 5,7% , hasta representar el 14,5%.

Quizá el cambio más significativo ha sido la capacidad de las empresas exportadoras de entrar en otros mercados para sortear el débil consumo de los países europeos, que siguen siendo el destino preferente de nuestros productos, con el 69% de las ventas. España se ha abierto a mercados no tradicionales como Oriente Medio (+41,4%) y África (+15,3%), sobre todo emergentes.

Elogios desde Bruselas

Ayer mismo, el comisario europeo de mercado interior y servicios financieros, Michel Barnier, se refirió a los avances hechos por España en materia de competitividad y que son, en gran parte, la base de ese buen comportamiento del sector exterior. El francés alabó en Madrid el programa reformista desplegado por España y aseguró que los esfuerzos exigidos por el Ejecutivo popular a la ciudadanía, pese a su dureza, están surtiendo efecto.

«El Gobierno de Rajoy está haciendo muchas reformas y van a dar sus frutos» , dijo en su intervención en el foro Nueva Economía Forum. «Los esfuerzos que pedimos son difíciles pero tienen sentido; vamos a volver al crecimiento poquito a poco», insistió. Eso sí, Barnier, que pidió mantener ese impulso reformista, avisó de que «la austeridad no puede matar el crecimiento» , reclamando salvar de los recortes partidas como la educación y solicitando una política industrial común.

El comisario confió además en que los países de la zona euro llegarán a un acuerdo antes de final de año para fijar un mecanismo de resolución de crisis financieras único, una de las patas de la unión bancaria, defendió una regulación y una supervisión más férreas de los mercados, y advirtió de que, en el futuro, prácticas como la manipulación del Libor hecha por varias entidades o la venta irregular de productos como participaciones preferentes serán sancionadas.