La odisea británica de privatizar el Royal Mail
Reino Unido intentará sacar a Bolsa su servicio de correos, por cuarta vez en 19 años. Con amenaza de una huelga general, no parece que vaya a ser tarea fácil
regina r. webb
El pasado jueves, Reino Unido confirmó lo que muchos británicos ya veían venir: el mítico servicio de correos británico, Royal Mail, entrará en Bolsa. La mayor privatización de las últimas décadas según Reuters. Aún no se conoce el precio que se pedirá finalmente por la ... institución de casi cinco siglos de antigüedad pero la cifra que barajean los analistas gira entorno a los dos o tres billones de libras, más de 3.500 millones de euros .
Con el anuncio, el Gobierno británico se embarcaba en una odisea con todos los vientos en contra . Este intento será el cuarto en los últimos 19 años de buscar financiación privada para lo que se ha convertido ya en un símbolo más de la nación británica. Un icono que « ni la propia Thatcher consiguió privatizar », anteriores tentativas se vieron frustradas por el temor a una revuelta política. Ahora los sindicatos parecen estar dispuestos a luchar por que la cuarta no sea la vencida.
De los 150.000 empleados de Royal Mail, unos 125.000 pertenecen al sindicato Communication Workers Union (CWU) quienes afirman que un 70% se oponen a la proposición y ya han anunciado el llamamiento para someter a votación una posible huelga general, la primera que se organiza desde 2009. En el caso de ser secundada, el paro se convocaría a más temprano el 10 de octubre, paralizando un servicio que se enorgullece por prestar sus funciones seis dias a la semana a todos los rincones de la nación.
El sindicato teme por el futuro laboral de los empleados, la pérdida de calidad en el servicio y un posible incremento en los precios. Como bien señala The Guardian, existe el temor de que futuros beneficios acaben en los bolsillos de los inversores en vez de volver como inversión a la propia Royal Mail, así como la pérdida de retribuciones en cuanto en negocio se vaya a paraísos fiscales.
Contrario a esta línea de pensamiento, el editorial de The Times de ayer viernes «Pass the Parcel» (pasa el paquete) interpretaba este movimiento como un salto necesario hacia la era 2.0, donde internet esta acabando casi por completo con el envío de correspondencia personal. El futuro del servicio postal británico se encuentra en el envío de paquetería procedente de compras online, según vaticina The Times.
Si los trabajadores aceptarán o no el 10% de las acciones que se les ofrece—de manera gratuita y con un valor estimado de 2000 libras por persona— o si el público general se animará a ser partícipe del accionariado—a 750 libras el paquete—, sólo e l mercado será el determinante del éxito de la odisea británica.
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