Las medidas aprobadas hoy por el Gabinete nipón se consideran la "tercera flecha" de un estrategia que se completa con una agresiva flexibilización monetaria y un aumento del gasto público. "La estrategia de crecimiento aprobada hoy es el punto de partida", ha dicho a través de un vídeo mensaje el primer ministro, que ha revelado que en otoño anunciará una segunda ronda de medidas. El plan aprobado pretende desregular parcialmente sectores como el energético, el farmacéutico o el de infraestructuras, potenciar la inversión privada y aumentar la participación de la mujer en el mundo laboral.

Abe ya anunció con anterioridad su propósito de aumentar la inversión en la industria energética doméstica hasta los 30 billones de yenes (230.000 millones de euros) hasta 2013, y de sacar adelante la ansiada liberalización del sector para acabar con el monopolio de las 10 eléctricas regionales, que acaparan la generación, la transmisión y la distribución.

Además, el objetivo del Gobierno es duplicar la inversión extranjera en Japón hasta los 35 billones de yenes (más de 260.000 millones de euros) de aquí a 2020. Uno de los recursos para atraer dicho flujo de capital foráneo pasaría por crear zonas económicas especiales, en las que se contemplaría una relajación de la fiscalidad para las empresas (el impuesto de sociedades en Japón está en torno al 37 por ciento, el segundo más alto de la OCDE).

Participación femenina

El plan del Gobierno incluye también el propósito de lograr un aumento de la participación femenina en el mercado laboral y que en 2020 el 30 % de los cargos de responsabilidad del país estén ocupados por mujeres. Entre las medidas para conseguirlo se ha puesto en marcha un programa para crear 200.000 nuevas plazas para niños en edad preescolar. Además, el Gobierno nipón estudia la creación de programas de excedencias compartidas para padres y madres que cubran los primeros tres años de vida de los hijos.

Abe pretende además aumentar las exportaciones de productos agrícolas, incrementar el turismo, popularizar la cultura pop del país en todo el mundo y que los japoneses estudien más en el extranjero. "Japón será una vez más capaz de desempeñar un papel activo e importante en el mundo", ha asegurado el primer ministro nipón después de que su gabinete aprobara un plan ampliamente criticado por su falta de concreción.