El déficit de tarifa, eterna amenaza para los bolsillos de los consumidores

¿Qué es el déficit tarifario? Resumiéndolo a grandes rasgos, se trata de una deuda reconocida por el Gobierno que los usuarios deben abonar a las compañías eléctricas . Es tal su magnitud que, como reconoció el anterior secretario de Estado de Energía, amenaza con extenderse durante generaciones, de tal forma que, si no se ponen soluciones, serán «los hijos y los nietos» de los actuales consumidores los que acarrearán con su devolución, durante «20 o 30» años.

Tarifas irreales

Este desequilibrio se debe a que las tarifas fijadas por la Administración (en este caso, la Tarifa de Último Recurso) no cubre los costes asociados a este servicio, como la distribución y el transporte. Además, en los llamados «peajes de acceso», la parte regulada del recibo de la luz, se tienen en cuenta también otros conceptos que se introducen para costear iniciativas como las primas a las energías renovables, ciclos combinados (gas natural) o promover el consumo de carbón nacional, entre otros. Este desfase ha dado lugar a que desde el año 2000 se generase una bola de nieve, más difícil de detener conforme iba ganando peso .

Aznar, el primero en reconocerlo

A diferencia de lo que había sucedido con los Gobiernos anteriores, la gestión de Aznar se caracterizó por las bajadas en el recibo de la luz, una maniobra para contener la inflación y realizar un guiño a los usuarios. Como efecto colateral, estos retrocesos agravaban aún más el déficit de tarifa. No es hasta 2008 cuando la tarifa comienza a incrementarse de manera exponencial con el fin de ir reflejando progresivamente los costes reales del sistema: el Gobierno de Rodríguez Zapatero aplicó, en total, una subida cercana al 45% .

Impacto en las eléctricas

Una de las críticas más recurrentes a las compañías del sector es que, pese a este desajuste, año tras año acumulan cuantiosos beneficios. En este argumento se omite que aparte de las ganancias obtenidas por internacionalización de estas empresas, el déficit de tarifa recae directamente en los balances de estas compañías , que las contabilizan como derechos de cobro.

Para dar salida a esta deuda, el Gobierno creó el Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (FADE) , creado en 2011. La colocación en los mercados del déficit de tarifa permite titulizar esta deuda, es decir, extraerla de sus cuentas y convertirla en títulos negociables. La que acumula un mayor pasivo por el déficit tarifario es Endesa, con 2.122,87 millones de euros , seguida de Iberdrola (1.682,99 millones de euros), Gas Natural (660,98 millones de euros), HC Energía (292,27 millones de euros) y E.ON España (48,07 millones de euros).

Medidas del Gobierno

Con el propósito de reducir la creación de déficit tarifario a cero este año, el Ejecutivo aprobó una batería de medidas, que tendrán continuidad este año, como la suspensión «sine die» de las primas para las nuevas plantas de energías renovables, impuestos a la generación de energía, recortes en la distribución y transporte (que cobran las compañías eléctricas y REE), los pagos por capacidad o nuevas limitaciones en la retribución a las renovables, entre otros. Sin embargo, la cifra provisional de déficit de tarifa a 2012 asciende a 5.511 millones , un 28% por encima de la estimación inicial de la CNE ( Comisión Nacional de Energía ).

Por su parte, las primas al régimen especial, que se destinan a las renovables y la cogeneración, crecieron exponencialmente con respecto al año pasado, casi un 23%, hasta los 8.585 millones . Será el próximo tramo de la reforma energética, en la que ya se abordarán cuestiones regulatorias y no meramente fiscales, la que deberá poner fin a un problema que amenaza con trascender el sector y convertirse en un nuevo talón de Aquiles de la economía española.