Puesta a punto de las grandes empresas españolas
Las firmas del Ibex 35 aumentaron sus ventas durante el año pasado para sanear sus cuentas. Desde 2010 han reducido su deuda más de un 6%
Puesta a punto de las grandes empresas españolas
En los parqués, se suele decir que los movimientos de la Bolsa se anticipan a los de la economía real. Y todo parece indicar que la calma ha llegado a la Bolsa española. En el caso del Ibex, la percepción en los mercados ha cambiado: ... en un mes el selectivo ha subido un 5% y los inversores parecen volver a tener interés en las grandes empresas nacionales. «Preveemos que el selectivo subirá entre un 15% y un 16% este año», afirma Soledad Pellón, de IG Markets. 2013 puede ser el año de la Bolsa española. En la celebración del Spain Investors Day, evento que congregó durante la semana pasada en Madrid a inversores internacionales, el 73% de los asistentes apostó por una subida del Ibex de entre 10 y 20 puntos porcentuales en 2013, según un estudio realizado por el banco de inversión Exane BNP Paribas.
Varias razones motivan el interés. Por un lado, la percepción de riesgo sobre España ha cambiado en los mercados. «Es innegable este cambio de sentimiento de los mercados», afirma José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, que alerta de que cualquier acontecimiento político desde Europa puede detener la tendencia positiva y levanta suspicacias ante un posible cambio de tendencia.
«Nos hemos movido en los últimos años entre el miedo racional y el pánico irracional a que la crisis del euro se escapara de las manos. Esta amenaza ahora es insignificante», afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi en España. Las cuentas de las empresas pueden hacer que el Ibex vuelva a resultar interesante y se independice de la situación soberana. «La Bolsa en 2013 dependerá mucho más de la creación de valor para el accionista que de si Merkel dice una cosa o Rajoy dice otra. Hasta ahora el Ibex ha sido el índice de toda Europa más endeudado. Es el momento de que las empresas respondan», resume Daniel Lacalle, del «hedge fund» londinense Ecofin.
Uno de los síntomas de las dificultades financieras por las que estaban pasando las empresas es que la evolución del Ibex ha estado unida a la de la prima de riesgo nacional -diferencial entre el bono a diez años español y su homólogo alemán-, ya que de su evolución dependía en buena parte su capacidad de financiación. Ahora se ofrece la posibilidad de que el Ibex pueda desligarse del riesgo país.
«Vivimos un escenario de calma relativa, en algunos momentos casi forzada. Nos encontramos en un escenario propicio para que los inversores sean capaces de valorar las compañías de forma más racional. Sí, en cierta forma hemos logrado superar la dependencia enfermiza del riesgo soberano», sostiene Martínez Campuzano.
Sequía de financiación
El primer incentivo para el retorno de los inversores, eso sí, apunta al precio. De los principales índices europeos, el Ibex fue el que tuvo un peor comportamiento en 2012, con una caída del 4,6%. Frente a los 16.000 puntos que llegó a alcanzar en 2007 el selectivo, ahora se encuentra sobre los 8.600 puntos. Y si bien en verano, con España en el ojo del huracán, el índice estuvo a punto de perder los 6.000 puntos, uno de los hechos diferenciales del selectivo ha sido el anuncio de planes de ventas o desinversiones por parte de las empresas para los próximos años, lo que ha reafirmado el compromiso del Ibex de comenzar a observar las cuentas. «Esta es la razón por la que era imposible que hubiese OPAS sobre las compañías del Ibex a pesar de que estuvieran tan baratas, tanto por la deuda de las posibles compradas como por la deuda de las posibles compradoras», afirma Lacalle.
Así, acuciadas por la sequía de financiación, las empresas nacionales han acelerado su ritmo de venta de sus «activos no estratégicos» -aquellos que aunque se traspasen no socavan el negocio principal de la empresa- durante 2012. Y a mayores ventas, cuentas más saneadas y más posibilidades de retorno para el accionista potencial, lo que contribuye a abrir el apetito de los inversores. La austeridad también parecer haber llegado al selectivo, en lugar del antiguo mantra de crecer a golpe de deuda.
De esta forma, el pasado año, sobre todo en la última mitad, las desinversiones fueron la norma del Ibex. En 2012 hubo un 22% más de operaciones de este tipo que en 2011, 72 frente a las 59 del anterior ejercicio, según Transactional Track Record (TTR), que elabora regularmente un informe sobre las transacciones internacionales.
Entre las mayores operaciones destaca la venta de Telefónica a Bain Capital su filial de call-center, Atento, por 1.051 millones de euros. En el marco de este plan de reestructuración de su cartera, la compañía había logrado ya 3.100 millones de euros tras la reestructuración realizada en su negocio en Colombia, la venta de parte de su participación en China Unicom, la desinversión en Hispasat, en Zon y la venta de algunas torres. También destaca la venta por parte del Banco Santander de su negocio en Colombia, por 984 millones de euros; o la retirada progresiva de Ferrovial de BAA, que supuso 926 millones de euros, y que se amplió la semana pasada con la venta del aeropuerto londinese de Stansted por 1.800 millones de euros.
No fueron las únicas. Iberdrola se deshizo de 32 parques eólicos en Francia por 350 millones. La energética realizó desinversiones por valor de 850 millones a lo largo de 2012 y de aquí a 2014 tiene previsto vender activos por importe de 1.150 millones para fortalecer balance y reducir en 6.000 millones la deuda. Por su parte, Repsol estima que entre 2012 y 2016 obtendrá 4.500 millones de euros con las desinversiones.
«En general hay mucho apetito hacia empresas españolas que están en una posición ya un poco más desahogada. Empresas que van reduciendo su endeudamiento, que han hecho sus deberes», afirma Lacalle. Sin tener en cuenta las desinversioneses de la segunda mitad del pasado año, entre el primer semestre de 2010 y 2012, el endeudamiento financiero de 23 de las 35 empresas del Ibex, se ha reducido un 6,42%, de 269.042 millones de euros a 251.776 millones, En este cálculo se excluye el sector financiero; Arcelor Mittal, cuyo país de origen no es España; IAG, que aún era Iberia, y Dia, que en 2010 no había salido a Bolsa.
«En cuanto a desapalancamiento, el Ibex es bastante interesante. Probablemente 2013 sea un año para la economía mundial mejor de lo que ha sido 2012. Esto explica también el apetito de los inversores sobre los activos más arriesgados», señala Pellón.
Eso sí, el desapalancamiento al que deben hacer frente las empresas aún tiene un largo recorrido. De hecho, en comparación con la caída del valor que han sufrido las compañías, el ajuste de su deuda no ha sido proporcional. Si retrocedemos a 2007, el ratio entre la deuda y los beneficios antes de intereses (Ebitda) del conjunto del selectivo ha aumentado de 7,81 a 8,18.
«Las empresas aún tienen por delante un esfuerzo importante. Pero la diferencia es que hace dos años decían que iban a reducir endeudamiento y planes de inversión y no lo hacían. Ahora parece que sí, y eso es lo importante», señala Lacalle. Todo este escenario, además, se puede confirmar en los resultados que realicen las empresas relativos al cuarto trimestre de 2012. «¿Los resultados del cuarto trimestre? El futuro debería ser mejor. Y las Bolsas en teoría anticipan el futuro», zanja Martínez Campuzano.
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