Ferrer cumple y Almagro agota a Berdych

Pudo quedar vista para sentencia la eliminatoria ya que antes había triunfado David Ferrer y ahora no queda otra que volver a empezar, más importante que nunca el dobles de esta tarde (14 horas, TVE) como antesala de un domingo angustioso. Marc López y Marcel Granollers tienen la palabra y falta por ver quién jugará en la República Checa después de la paliza que se dio ayer Berdych, aunque todo apunta a que estará hoy junto a Radek Stepanek.

Hiere la derrota de Almagro porque lo tuvo tan cerca que se daba por hecho, al alza después de levantar una situación crítica ante un rival con el que no simpatiza en absoluto. Hubo tensión, gritos, miradas fijas y desafíos en los cambios de pistas, rencillas sin resolver que se acentúan en el torneo más pasional que existe. Almagro, todo corazón, se vio en las portadas después de llevar el duelo al quinto set y tenía motivos para ilusionarse, suelto su brazo mientras se encogía de forma escandalosa el del rival. Pero Berdych entendió que dependía de sí mismo y se empapó de los gritos de su gente, que por fin entendió que en una final el público también juega. En el carrusel de roturas, el checo fue menos errático y en su estallido sofocó el fuego, letal en el caso de haber llegado al sábado con 0-2.

Con todo, España sigue creyendo en la sexta Ensaladera y se contagia de la garra de Almagro y del espíritu de David Ferrer , un líder que nunca falla cuando defiende su bandera. Cumple como dignísimo número uno para minimizar la notable ausencia de Rafa Nadal y ahí, en el horizonte, la selección atisba la que supondría otra gesta, la cuarta en los últimos cinco años de abrazos y alegrías. Lo que antes era un imposible se repite como si tal cosa y parte de ese mérito se le atribuye a jugadores como Ferrer, entusiasmado cuando toca hacer país. Con más de cien partidos en sus piernas, el alicantino corrió durante tres horas para darle al equipo el primer punto después de desfondar a Radek Stepanek (6-3, 6-4 y 6-4), un triunfo básico para contagiar al pueblo. [Narración y estadísticas]

Fue todo según lo esperado, más o menos previsible porque se daba por hecho que Stepanek mordería hasta el último latido y que ganaría Ferrer por esa inercia que le acompaña en este tramo final de curso. El 2012 sólo puede terminar de buena manera para él y se empeña en agrandar una leyenda ya de por sí fantástica. A los siete títulos, le quiere sumar esta Davis, comparable a la de Mar del Plata (2008) porque se celebra a domicilio, con la gente en contra y en una pista poco propicia para los españoles. Pero Ferrer, un todoterreno, se adapta a todo.

Es cierto que le costó acoplarse a la eléctrica pista del O2 Arena, imponente recinto que dejó alguna que otra silla vacía en el primer turno. Es cierto que pudo hacer mucho más corto un debate que mantuvo a la grada checa muy despierta, ilusionada ante la idea de ganar algo que sólo hicieron en 1980. Es cierto que sólo aprovechó cinco de las 25 bolas de break de las que dispuso, excesiva gentileza ante un enemigo que vive en la red. Pero todo es tan cierto como que ganó, que es lo que se le exigía, y que España sigue ahí, intactas sus posibilidades de celebrar otra fiesta.