La épica de Almagro acerca a España a la final

El capitán tiene la fortuna de contar con unos tenistas magníficos, capaces de sobreponerse a la ausencia de Rafa Nadal con todo lo que ello conlleva. Si alguien se ha comprometido este año en la Davis es Almagro y lo vuelve a demostrar con un triunfo de fe y amor propio. Ante Isner, el número uno americano, Almagro puede con todo y regala puntos memorables, maravilloso su golpe cruzado, épico en el desenlace.

Hay mucha más estabilidad en la mente de Almagro, por fin convencido de sus posibilidades. Es un especialista contrastado en tierra batida y aprovecha esa ventaja ante John Isner, que pese a sus 206 centímetros coordina perfectamente y se mueve con alegría en este tipo de superficies. En Gijón, sin embargo, siempre va a remolque de su oponente en los primeros compases y su saque parece menos duro. Almagro siempre está al resto.

En el primer set se imponen las ganas del español , que rompe en el tercer juego y llega hasta el objetivo manteniendo el saque. No ha concedido ni una oportunidad y a él le basta con aprovechar la suya. Primer paso para la meta, pero Isner ha reaccionado en el segundo set después de salvar una situación crítica en el séptimo juego. Mantiene su saque pese a las dificultades y quiebra, todo como al principio, un partido nuevo.

El tercer parcial se antoja definitivo sin que al final lo sea. Almagro vuelve a imponer su ritmo, muy sólido desde el fondo de la pista, y encuentra las cosquillas de un Isner demasiado errático. Parece que España lo tiene, que el segundo punto está muy cerca y más por cómo se desarrolla la cuarta manga. El desenlace, sin embargo, es inesperado. Almagro dispone de seis pelotas de "break" y falla en todos los intentos mientras que Isner, conservador e inteligente sobre el alambre, aprovecha la única que tiene. Un final de infarto.

Así es la Copa Davis. épica en toda su expresión. Almagro coquetea con la derrota, pero la rechaza siempre que asoma . Isner, agotado en apariencia, se limita a devolver la bola sin demasiada intención, a la espera de una rendija por la que colarse y fortalecido con sus 25 saques directos. El partido se juega desde el diván, un pulso en donde manda la mente, y ahí es más fiero Almagro.

Almagro llega con 5-4 al resto y con el aliento de la grada, cada vez más poblada y eléctrica a medida que transcurre la jornada. Hay tensión, nervios a flor de piel, y el murciano se gana tres pelotas de partido, incapaz de resolverlas porque ahí reluce el poderoso servicio del americano. La alegría llegaría luego, con 6-5.

Grita Gijón y se eleva al cielo España , que está muy cerca, a solo un paso de otra final de la Copa Davis. Almagro, que necesita tres pelotas de partido para cantar victoria, se gana la gloria porque su punto es de oro.