Djokovic, segundo Wimbledon y número 1

No reflejaba el marcador las sensaciones que desprendía la pista. Djokovic ganó sus primeros tres juegos en blanco. En oposición a Federer, que sufrió en cada uno de ellos y tuvo que sacar hasta seis o siete puntos para poder llevarse el juego. Pero el partido se mantuvo así, sin que nadie se llevara más ventaja que la de su propio servicio y la muerte súbita se hizo una realidad después de cuarenta minutos de auténtica batalla entre el serbio y el suizo. Passings de Djokovic, voleas de Federer, ataques del número 2 del mundo, y defensas del 4. Hacía mucho tiempo que el de Basilea no aguantaba tan bien por detrás en el marcador y en la iniciativa, pero Djokovic siguió a lo suyo con esos reveses que tanto daño hacen y muy seguro desde el fondo de la pista. En el tie break, sin embargo, se entregó demasiado a esos mismos golpes, y el suizo se aprovechó de los errores para salvar dos puntos de set y conseguir el parcial al resto. El sufrimiento se marchó de un plumazo de la cabeza del suizo cuando se sentó con la primera manga a su favor.

No obstante, la intensidad es muy difícil que baje de la raqueta de Djokovic . Cerró los ojos al primer set y se centró en el segundo desde el inicio. La tónica se mantuvo: Djokovic ganó fácil su primer juego, pero Federer sufrió demasiado con el suyo. Hasta que el serbio pudo hacerle más daño desde el resto y lograr lo que había estado buscando durante todo el encuentro: el break. Federer hizo todo lo posible para recuperarlo de inmediato, pero Djokovic, aun con mucho sufrimiento, no le dejó y certificó la rotura. A partir de ahí, el set continuó con el saque como líder. Ninguno volvió a perder el suyo, por mucho que el suizo lo intentara hasta el último momento. El segundo parcial fue para el serbio por ese break y el partido volvió a empezar casi dos horas después, aunque Djokovic mantenía muy alta la adrenalina y el nivel.

Cambió el guión en el tercer parcial. Entró más relajado Djokovic y a Federer le costó mucho menos encontrar sus primeros servicios, los que desaparecieron en la segunda manga y le hicieron remar demasiado. Así, lo único que cambió fue que el tie break llegó en menos tiempo. Dos errores de Federer, sobre todo una muy clara con su derecha en la que tuvo la pista vacía pero la mandó al pasillo, brindaron al serbio el tercer parcial y una reacción hacia arriba que consolidó también en el siguiente. El suizo no supo reaccionar y perdió su servicio en el cuarto juego. Pero soltó toda la adrenalina en un rugido acompañado por toda la pista central de Wimbledon y aceleró hasta su límite para recuperar la rotura. De poco le sirvió porque el serbio jamás perdió el control del encuentro, ni su seguridad desde el fondo de la pista. Su decimocuarto passing le dio la oportunidad de romper otra vez el servicio del suizo y no perdonó.

Su segundo Wimbledon bien valía darlo todo costara lo que costara. Y costó mucho. Federer no se dio por vencido y logró recuperar la desventaja cuando el serbio sacaba para ganar la final, su segundo Wimbledon y el número 1. Ninguno desfallecía, menos aún el serbio, más frescura en su cabeza y en su físico de 27 años, por los casi 33 de su rival. Tuvo bola de partido al resto, pero Federer la salvó con un saque a la línea. Inicio de una remontada cuando ya todos presagiaban un pronto final. La batalla se animó, como la grada, que celebró por todo lo alto la vuelta al encuentro del hijo pródigo, pues el suizo juega en casa cuando viene a Londres, siete veces campeón . Y Londres reaccionó cuando Federer se giró a su palco después de conseguir el quinto juego consecutivo y alargar la final hasta el quinto y definitivo set.

A pesar de las más de tres horas de encuentro que ya se habían jugado, la intensidad continuó en la central de Wimbledon . Los saques volvieron a dirigir el encuentro, pero por el camino el cansacio hizo que se tuvieran que jugar más puntos de los que habían logrado los servicios durante los dos primeros sets. Toda oportunidad era buena para avanzar un paso en la pista y presionar al rival. Como lo hizo Federer en el séptimo juego en la que se fabricó una bola de break que salvó bien Djokovic, que respondió en la siguiente con tres oportunidades. Los dos se agarraron a la final, en la cuerda floja, con los errores que podrían ser definitivos.

Como los que cometió Roger Federer en busca del empate a cinco en el definitivo parcial. Djokovic, más rápido en las cuatro horas de partido, movió mejor al suizo, que no pudo más con su servicio y lo cedió ante el nivel inmejorable de su rival, que se trabajó dos bolas de partido al resto, después de desaprovechar la primera en el set anterior. Le sobró una para levantar el trofeo por segunda vez en su carrera, para conseguir el número 1 y para quitarse la presión de las tres grandes finales perdidas anteriormente: Roland Garros , Us Open y Wimbledon 2013 .