Las claves de la derrota de Nadal

•Poca preparación en hierba Ante todo, y sin querer buscar más excusas, Nadal apenas ha tenido contacto con la hierba desde hace un año. Se despidió de Wimbledon en 2012 en segunda ronda y este año ha pasado directamente de la tierra de París al pasto de Londres . No ha jugado en Halle por recomendación médica y evidenció no estar en condiciones ante Darcis, un tenis ta que fue creciendo a medida que bajaba su rival. Ninguna superficie es más impredecible que la hierba y Nadal ha patinado. «Esto es Wimbledon. Intenté llegar aquí lo mejor posible, sabiendo que sería más duro que nunca, y realmente lo fue».

•Limitado en los movimientos Tan pronto fue atropellado por Darcis, Nadal quiso dejar claro que la rodilla no tenía nada que ver. «No quiero hablar sobre mi rodilla, sólo quiero felicitar a Darcis , que jugó un partido fantástico. Todo lo que podría decir sobre mi rodilla sería una excusa». La realidad es que a Nadal se le vio muy limitado en sus movimientos e incluso por momentos cojeó notablemente. Es la pista que peor le va porque ha de flexionar mucho más y se resiente.

•El fantasma de Rosol Es inevitable pensar en el 28 de junio de 2012 . Nadal entonces perdió ante Lukas Rosol y luego se pasó más de siete meses sin competir por culpa de una rotura parcial en el tendón rotuliano de la rodilla izquierda y una hoffitis . La derrota de Darcis no se parece tanto a la de Rosol en la forma, pero Wimbledon recordó aquel episodio.

•Demasiados fallos Nadal se protegió demasiado con la derecha y eso es sinónimo de incomodidad. En situaciones claras para golpear de revés, Nadal se desplazó de forma exagerada para pegarle con su golpe más seguro y falló demasiado. No encontró ángulos casi nunca y terminó con 24 errores no forzados por 32 ganadores. Además, sufrió siempre con el saque y concedió 11 pelotas de break.

•Calendario muy apretado Las circunstancias han querido que Nadal haya jugado una barbaridad en este primer tramo de la temporada. Con el de Darcis, son 46 partidos (43 triunfos y tres derrotas) y hasta Wimbledon había disputado todos los encuentros posibles. Se resumen en siete títulos (Sao Paulo, Acapulco, Indian Wells, Barcelona, Madrid, Roma y París) y dos finales (Viña del Mar y Montecarlo). A la derrota, una lectura positiva: «Mentalmente me siento bien, con ilusión. El tiempo que tengo, estas dos semanas extra, es tiempo que en parte he ganado para hacer otras cosas. En parte me puede ayudar para poder llegar mejor a lugares a los que no confiaba llegar bien», sentenció.