Nadal se gana otra final en Montecarlo

El partido parece resolverse en el cuarto juego del primer set. Nadal sufre con su saque, no encuentra sus golpes y se siente incómodo con el viento. El día no ha salido como a él le gusta y encima tiene a Tsonga enfrente, motivado por una semana notable, volcánico en los primeros compases. Gana 2-1 el galo y en ese cuarto juego dispone de cuatro pelotas de break.

Sobra decir que Nadal las salva a su manera, un competidor único en su especie. Tsonga aprieta y le pega con todo, buscando las líneas, intenso y llevando a su rival al fondo de la pista. Pero es lo de siempre con Nadal, que salva la segunda pelota de break en contra con un revés espectacular a la carrera mientras el francés esperaba en la red. Cambio radical de la situación.

Básicamente porque Nadal despertó a partir de ahí. Después de verle las orejas al lobo, rompe inmediatamente el saque de Tsonga y se escapa para apuntarse la primera manga en 36 minutos. Sin excesivo brillo, pero tampoco sin fallos, muy seria la carta de presentación de Nadal en las semifinales de su torneo fetiche.

Ese triunfo parcial acaba por hundir a Tsonga. Empieza a fallar de manera desproporcionada y permite que Nadal abuse de sus dudas, un devorador de registros y que ya lleva 46 victorias seguidas en Montecarlo. Lo que baja el tenista galo lo sube el balear, que empieza a mover la bola con más gracias. En un visto y no visto, se pone con 3-0.

El quinto del mundo apenas comete errores y encima firma golpes marca de la casa, aunque le cuesta cerrar el pulso porque Tsonga se desmelena cuando ve que ya está medio muerto. El francés se salva varias veces desde el 5-1 e incluso sobrevive a tres pelotas de partido en contra con 5-2. Juega a la desesperada y con esa táctica, despreocupado en cada impacto, le rompe dos veces el servicio a Nadal. Impensable, giro inesperado en una historia que ya estaba escrita.

Pero al final Nadal levanta los brazos y cierra el puño con rabia porque no le gusta nada ese desenlace. Por momentos, parece nervioso porque Tsonga le gana cuatro juegos consecutivos hasta llegar al 5-5 y porque desaprovecha otra pelota de partido con 6-5. Tiene que resolver en el tie break, en donde se expresa con más naturalidad, vuelve a ser él.

Con sólo una derrota en lo que va de curso (ante Horacio Zeballos en Viña del Mar), galopa hacia un nuevo domingo de sonrisas en Montecarlo. Espera rival del Novak Djokovic-Fabio Fognini que se juega a continuación. [Sigue el partido en directo]