mundial de clubes
La reinvención de Arda Güler
real madrid
El turco cambia su rol y pasa de atacante a medio clave en la construcción del juego
El Madrid de Xabi ya toca rock&roll: goleada y a octavos
RUBÉN CAÑIZARES
Terminada la primera fase del Mundial de Clubes, Xabi Alonso va dando brochazos de lo que será su Real Madrid. La defensa de tres, inaugurada ante el Salzburgo, un esquema que lleva el club sin utilizar desde aquel Madrid de La Octava de Del Bosque, ... abre un abanico de posibilidades que «enriquecen» a la plantilla, como el propio Xabi dijo tras la goleada frente a los austríacos en Filadelfia, triunfo que selló el pase a octavos donde ya espera la Juventus. Un nuevo sistema, pero el mismo once que ante el Pachuca. Así que allí estaba de nuevo Güler, como centrocampista. La vida del turco ha cambiado por completo en solo dos semanas.
La tercera temporada de Arda como jugador del Real Madrid pinta diferente. En su primera campaña pasó un calvario con una doble lesión de rodilla que le privó de debutar hasta el mes de enero y que, incluso, le costó el puesto al doctor Niko Mihic, galeno personal de Florentino y responsable médico del Madrid desde el verano de 2017 a noviembre de 2023, cuando Felipe Segura le sustituyó en el cargo. Entre otros factores, por su mala gestión de Güler, que le responsabilizó de esos primeros seis meses de enfermería.
Luego, en la segunda mitad del curso, y con un Madrid metido en la pelea por los grandes títulos, Arda apenas tuvo protagonismo hasta que los blancos cerraron la Liga cinco jornadas antes. Fue ahí cuando Güler pudo por fin disfrutar de varias titularidades consecutivas y sumar goles y asistencias. Gotas de talento que no se repitieron en el último curso de Ancelotti. O no en la evolución que se esperaba. No ayudó el contexto del equipo, pero Carletto, siempre maestro, dejó una enseñanza más antes de coger el petate hacia Río de Janeiro.
Lesionado Ceballos desde febrero, y ante la falta de jugadores con buen pie en el centro del campo, Ancelotti sacó a Güler de la banda y lo colocó de interior. Aquello tenía buena pinta y Xabi Alonso, que de tonto no tiene nada, lo ha explotado desde el primer día. Su salida en el entretiempo del partido ante Al-Hilal viró por completo un encuentro dominado por los árabes. Ante Pachuca, volvió a ser un jugador decisivo en la construcción del juego, y en la asociación, en un partido en el que el Madrid disimuló muy bien su inferioridad numérica. En la madrugada del jueves al viernes, Güler bajó todavía más metros su ubicación y, con Tchouaméni de líbero, hizo del francés y de sí mismo en la base de la jugada: «Es un futbolista especial», admite Xabi.
El tolosarra está convencido que, ante el exceso de músculo y el déficit de calidad técnica en el centro del campo, y con la incertidumbre de si el club le traerá a Xabi un jugador de ese perfil, Güler es una solución muy valiosa. Y económica, claro. Cuantos más balones toca Arda, mejor juega el Madrid. Y él. Xabi le ha pedido que maneje el tiempo del partido, y que lea cuándo debe correr la pelota y cuándo debe tener pausa. No es Kroos. Tampoco Modric. Será difícil que llegue a ser alguno de los dos, pero tiene cosas que nadie más ofrece en el centro del campo. «Estoy contento, por jugar y por jugar en esa posición. Mejor que en la banda», admite el chaval, aún imberbe a la hora de comunicarse. No domina el castellano y tampoco demasiado el inglés, pero el lenguaje del fútbol lo conoce a la perfección.
Güler confesó a los medios ante del partido contra el Pachuca, en el que anotó el 2-0, que prefería jugar de '6' o de '8' antes que tener la línea de cal como compañía. Xabi también lo ve así, como ya lo intuyó Ancelotti: «Hemos hablado mucho y él me quiere de centrocampista». Centrocampista en toda su extensión. Aquí los ha probado en los dos primeros partidos en los interiores, y ante el Salzburgo jugó de pivote, con una nota bien elevada. Solo cometió un error en la salida, en la primera mitad, en un balón de espaldas. Pecado de juventud que irá puliendo, como su físico a la hora de ganar duelos en una zona donde el rival muerde.
Así es la reinvención de Arda Güler. Del ostracismo en la banda al liderazgo en la base de juego. Su implicación en el corazón del juego no es decorativa. También es el segundo jugador del Madrid que más consigue hacer llegar la pelota al último tercio del campo contrario: 8,3 por partido, solo por detrás de las 8,9 de Trent. Xabi le ha abierto un nuevo panorama que le rescata de la periferia en la que se desilusionaba.
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