Tito Rabat, campeón del mundo

El español cogió la primera posición durante un fin de semana en el que no bajó la concentración en ningún momento y se dirigió hacia la victoria sin mirar atrás. En las primeras seis vueltas cogió una buena distancia que le mantuvo primero hasta que Kallio puso a punto su moto para iniciar su «caza». El finlandés logró su objetivo a falta de diez vueltas. Rabat , más nervioso o con vistas a asegurar el campeonato antes que la victoria, comenzó a reducir sus tiempos y perdió la primera plaza. También la segunda pocas curvas después, porque se enganchó muy bien Maverick Viñales para formar el trío de cabeza, a cuatro segundos del resto.

No obstante, el barcelonés comenzó a tener problemas a falta de seis vueltas. El neumático, los nervios, la presión... le pasaron factura en forma de tiempo, que perdió con respecto a los dos de delante. Con ser séptimo tenía más que suficiente y persistió tercero con un ojo puesto en Aegerter, que le fue cogiendo metro a metro. Le faltaron vueltas al suizo para coger al español, cómodo en los últimos giros mientras Kallio y Viñales luchaban por la victoria.

A cuatro vueltas para el final, el novato de la temporada, Maverick Viñales se puso en primera posición y ya no la soltó. Apretó el acelerador y se marchó hacia su cuarta victoria de la temporada. Celebración por todo lo alto, pero sobre todo en el garaje del Marc VDS. Nervios soltados cuando Rabat, tercero, cruzó la meta, por fin, como campeón del mundo. En recuerdo especial para su madre, fallecida por cáncer hace dos años.