contragolpe
Un Atlético pasado de moda
«Veremos cómo acaba esta nueva historia colchonera, siempre la misma y siempre renovada, que empezó a escribirse en Oporto con la archisabida querencia de un catenaccio soporífero»
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Iniciar sesiónEsta temporada se han producido muy buenos fichajes, que se unen a los grandes jugadores con los que ya se cuenta. Thiago Almada es el nuevo Julián Álvarez. Él mismo dice que su puesto es detrás de dos delanteros, ojalá juguemos con ellos. Álex Baena ... es un internacional español de calidad contrastada, el mejor pasador de la Liga. Johnny Cardoso puede ser ese medio centro que hemos anhelado durante años, con gran visión de juego, buen toque de balón y excelente llegada.
Con el central Hancko y dos grandes carrileros también mejora la defensa. El equipo además se ha rejuvenecido, lo que es muy importante. Todavía se anuncian una o varias incorporaciones sorpresivas (parece que alejado ya el peligro de 'El Cuti') para completar la plantilla. Visto el partido contra el Oporto, con un juego nuevamente rácano, sin orden ni concierto, sin presión ni ambición alguna, sin llegar apenas a la portería contraria, uno se pregunta si merecen la pena tantos fichajes. A lo mejor con uno solo era suficiente.
Pero que no cunda el desánimo antes de tiempo. El miércoles se consiguió empatar frente al Rayo en partido a puerta cerrada.
Se ha dicho adiós a Riquelme, al que habrá que desear que en el Betis tenga las oportunidades que se le negaron en su equipo y vuelva a ser internacional absoluto. El Atleti no está obligado a ganar nada. Nuestro lema nos lo brinda Tolstoi: «Si buscas la perfección, nunca estarás contento». Y debe olvidarse de ese discurso de comparar presupuestos, para empequeñecerse. Con el que tiene el Atlético de Madrid le debe bastar y sobrar para ser un firme candidato a la victoria en todas las competiciones en las que participa.
Dickens escribió 'Grandes esperanzas', con finales diferentes. Veremos cómo acaba esta nueva historia colchonera, siempre la misma y siempre renovada, que ha empezado a escribirse el pasado domingo, con el resultado adverso de 1 a 0, pero sobre todo con el mal sabor del pésimo juego y la archisabida querencia de un catenaccio pasado de moda y soporífero. Solo le salva que fue un partido emotivo, con la presencia de Paulo Futre y Falcao en la grada y Diogo Jota en el recuerdo. Parafraseando al poeta, venimos de Oporto con tres heridas: la de la vida, la del amor, la de la muerte.
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