Morata pone su cabeza en el Como, el enésimo e inesperado giro en su carrera

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Futbolista comprometido con sus compañeros y equipos aunque en ninguno haya conseguido dejar su huella para la eternidad, Morata da este agosto el enésimo volantazo en su trayectoria, pero este cambio es diferente a todos los anteriores. En el Real Madrid, la Juve, el Chelsea, el Atlético de Madrid, el Milán e incluso el Galatasaray el objetivo eran los trofeos nacionales e internacionales, una meta que resulta mucho más quimérica en el Como 1907, aunque aquí sabe que disfrutará del respaldo y el abrigo de Cesc Fábregas. Un excompañero de selección y también en el Chelsea convertido ahora en entrenador de un equipo en el que se ha rodeado de españoles.

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Álvaro renuncia a jugar en un conjunto que dispute competición europea con la finalidad de sentirse importante y querido, tener continuidad, y gozar de tranquilidad (dentro y fuera de los estadios) para poder llegar a punto al Mundial de 2026 con España, su pequeño Edén en el fútbol. Una nueva huida de la presión que llegó a bloquearle en algunas etapas de su carrera como reconoció en el documental de Movistar 'Morata: no saben quién soy', estrenado este mismo año.

Un título que no casa con las primeras declaraciones de Cesc después de que el martes se oficializara el fichaje. «Conozco bien a Álvaro desde hace muchos años y siempre he admirado su forma de jugar y su porte. Es un delantero inteligente y un compañero que anima a todos a su alrededor. Estamos muy contentos de tenerlo en Como». Un refuerzo que llega a préstamo por el Milan, el club que le fichó en verano de 2024 y le cedió en el último mercado invernal al Galatasaray, a cuyos dirigentes Morata lanzaba un dardo en una carta de despedida de la afición turca publicada en Instagram. «Hasta el final, no se cumplieron los compromisos adquiridos, hasta el punto de que no me quedó más remedio que renunciar a parte de mi salario y otros derechos contractuales que ya había ganado con mi trabajo», expresó en referencia a las trabas puestas por la directiva del Galatasaray para que abandonara la entidad.

Para resolver su vínculo con el club de Estambul, que finalizaba el próximo mes de diciembre, Morata se ha visto obligado a renunciar a 650.000 euros, mientras que el Milan ha tenido que pagar 5 millones de euros para que los turcos aceptaran romper el préstamo antes de lo previsto y poder ceder así al internacional español al Como 1907. En esta rocambolesca operación, el conjunto entrenado por Cesc abona diez millones al conjunto italiano para firmar al delantero (uno por la cesión y nueve más por una opción de compra obligatoria). «Para mí, en la vida y en el trabajo, hay principios que nunca deben romperse, como el respeto a los derechos de cada persona. No reconocer y compensar lo que se ha ganado es, para mí, inaceptable y contrario a los valores de equidad y profesionalidad en los que creo», agregaba en su masiva, reprochando que los turcos no le pagasen tampoco las primas económicas prometidas para poder ser liberado.

Reclutado por algunos de los mejores equipos de Europa, los recelos hacia su estilo de juego y su capacidad de resolución ante la portería, en muchas ocasiones incluso desde sus propias aficiones, han sido prácticamente una constante en la carrera de uno de los jugadores españoles con mayor palmarés y uno de los futbolista que aparecen en el top-10 mundial en cuanto a dinero movido por sus traspasos. Con 213 millones aparece en el sexto puesto del ranking. Durante sus meses en Turquía, de febrero a mayo de este año, Morata marcó siete goles y dio tres asistencias en 16 partidos, conquistado la liga con el equipo de Estambul. Turquía ya es pasado y el presente es ahora Italia y el Como 1907, donde el jugador tiene ya su cabeza.

Allí coincide con los también españoles Sergi Roberto, Álex Valle, Iván Azón, Alberto Moreno, Jesús Rodríguez y Jacobo Ramón. «Estoy muy contento de haber llegado a Como. El año pasado, jugando contra ellos, pude apreciar al equipo y el proyecto; se nota que tienen mucha ambición. Prometo a la afición y al club que daré el 100% en cada entrenamiento y en cada partido», ha afirmado en los medios de su nuevo club un Morata que vuelve a sonreír.