Las lágrimas de Osi: el lado oculto del fútbol femenino

En la temporada 2019-2020, para completar la plantilla del Tacón (Real Madrid), teníamos la necesidad de incorporar una futbolista física que pudiera jugar aleatoriamente de lateral y central. Habíamos salido muy tarde al mercado, recién ascendidos a Primera división y en pleno proceso de fusión, y nos ofrecieron a Osi. La jugadora, una nigeriana con un físico fuerte e imponente, era imbatible en los balones aéreos, aunque arrastraba carencias con el balón en los pies. Muchas veces, en aquellos primeros partidos que jugaba, parecía una adulta jugando contra niñas. Al equipo en ese momento le valía y cubría las necesidades y los objetivos marcados, entre ellos, no perder la categoría bajo ningún concepto. Así que la fichamos. Tal era la necesidad de completar la plantilla que llegó un viernes a España la inscribimos sobre la bocina y el domingo ya estaba jugando.

La primera vez que vi llorar a Osi fue en San Mamés. Perdimos en Copa de la Reina contra el Athletic por 2-1. Los dos goles de las bilbaínas fueron de penalti. En el minuto 38 de la primera parte, Osi cayó lesionada, justo tras cometer la primera de las máximas penas. No sabemos qué hubiera pasado con ella en el campo, pero al final del partido, la nigeriana lloraba desconsolada por la eliminación y su lesión (que finalmente no fue nada de gravedad). La encontramos en el suelo de los vestuarios, afligida, y no había manera de quitarle de la cabeza que la derrota era culpa suya.

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Laura Marta

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Meses después, en marzo de 2020, llegó la pandemia y se paró la competición. Al finalizar la temporada no se renovó a Osi. Pero ella necesitaba seguir en Europa, y sus razones iban mucho más allá que sólo las ganas de jugar al fútbol en un equipo del Viejo Continente. Osi mantenía, en total clandestinidad, una relación. No podía volver a su país, donde no están permitidas las relaciones entre mujeres. Osi, con su fútbol magnífico y su porte y la motivación sentimental que tenía, acabó fichando por la Roma. Posteriormente pasó por el Madrid CFF, y en las dos últimas temporadas, ha formado parte del Alavés. Cada vez que le dan de alta un contrato, la Seguridad Social todavía hoy me envía un sms comunicándomelo. Así de deprisa tuvimos que hacer entonces su fichaje.

Durante este Mundial, en rueda de prensa, un periodista de la BBC preguntó a la jugadora marroquí Ghizlane Chebbak: «En su país es ilegal tener una relación homosexual. ¿Hay alguna jugadora homosexual en el equipo? ¿Y qué vida tienen en Marruecos?». Ghizlane enmudeció ante la inesperada cuestión. Sólo la rápida intervención de la responsable de prensa de la FIFA zanjó de raíz el tema. «Lo siento. Solo preguntas relacionadas con el fútbol, por favor. Gracias». Cuesta creerlo a este lado de la sociedad, pero el asunto sigue siendo un problema en el otro. No sólo por su partidazo de ayer, Osi es una heroína.