liga bbva
César sigue rejuveneciendo
El Valencia suma ante el Racing su segunda victoria del curso
Cuestión de oficio, César y Maduro. El Valencia sumó la segunda victoria del curso. Seis puntos de seis posibles. Cayó en Mestalla un voluntarioso Racing, que se suele encontrar cómodo en el estadio blanquinegro, pero que se encontró —sobre todo en la primera mitad— como ... un César que el paso del tiempo le rejuvenece. Manos. Estiradas. Y control de los tempos del partido desde su torreón. La otra clave para el Valencia fue el cuajo que comienza a desprender Maduro. El holandés estuvo bien en el centro de la defensa y marcó el gol de la victoria para el Valencia. El resto de los «che» fue oficio.
Hace diez días César Sánchez cumplía 39 años. El meta del Valencia está fino. Se siente con fuerza. Se cuida y cuida hasta el último detalle en su modo de vida. Y esto tiene recompensa. Para él no es importante la edad que pone en su DNI, sino el cómo se siente realmente. Y está para competir a un altísimo nivel. Lo demostró sobradamente ante el Racing. Con su rosa elástica habitual sacó de sus casillas al delantero Rosenberg. El punta sueco demostró buenas formas, velocidad y dominio del juego aéreo. Pero siempre se encontró con César o con el larguero de su meta.
El Racing fue mejor en todo durante la primera mitad. Más ganas. Más autoexigencia. Mejor colocación. Ideas más arraigadas. Y claridad para achuchar al Valencia. Pero ahí estaba César para resolver y un Maduro, muy centrado, para aparecer en un momento lapidario para los cántabros. En el descuento del primer tiempo se elevó para rematar de cabeza un centro de Mata —todavía lejos de su mejor forma— en una jugada de estrategia. Gol y a reordenar unos conceptos con la lesión de Banega en el minuto 22.
Cambio de cara y césped
Emery pidió en el descanso que regasen el césped de Mestalla. Velocidad. Más brío para el juego de su equipo. Eso se lo pidió a sus jugadores. Tomar la posesión del balón y el mando del partido. Borraron la mala imagen del primer acto y pasaron a mandar. Aún tuvo otra César para lucirse en un mano a mano con Rosenberg. El resto fueron intentos sin premio de Aduriz. No tuvo su día el delantero vasco. No fue día de nueves.
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