liga bbva
Senyera a media asta en el Camp Nou
El Barça cae ante el Hércules en su primer partido en casa
ENRIQUE YUNTA
El Barcelona se humaniza, que ya es noticia de portada después de dos años sin tachones en su esplendoroso libro de ruta. Se humaniza porque en la jornada dos de este curso ya ha perdido tantos partidos como el año pasado, uno, y ha dejado ... entreabierta la puerta del Camp Nou, inexpugnable en los últimos dieciséis meses (ante Osasuna, en mayo de 2009, se produjo la última derrota) y poco acostumbrado a estos chascos tan sonrojantes. [Narración y estadísticas]
Era jornada festiva en Cataluña, senyeras en los balcones, la cita a las seis para que fueran los niños, un recién llegado a Primera en el vestuario contrario y un resultado tan atípico como el equipo que presentó Guardiola en el arranque, el preludio de otro 11-S triste para la parroquia. El Barça llegó tarde y le pintó la cara el Hércules, cuyo mérito merece tantos calificativos como se encuentren. Y suerte de Valdés.
Por inercia, como casi siempre, la iniciativa la asumió el Barcelona, pero pronto se vio que no era tarde de sonrisas. Xavi, Pedro, Busquets y Alves se quedaron en el banco (Puyol en la grada), decisión meditada de Guardiola pensando más en el compromiso europeo del martes ante el Panathinaikos que en el Hércules del «Boquerón» Esteban, y el resultado fue un juego tan insulso como previsible, escaso de ritmo primero y de espíritu luego cuando tocaba remar. No le salió nada al campeón, especialmente torpe en defensa y con un estado físico inapropiado.
Le pertenece una buena cuota de elogios al Hércules, vencedor hace trece años en el mismo escenario y ayer excelente en todas las facetas, siendo su estridente camiseta el único motivo de discusión. Se ha montado un grupo alegre en Alicante con viejas glorias que mezclan bien con los más jóvenes, buena pinta tiene. Estuvo colosal la retaguardia, Calatayud insuperable, contuvo la medular con Drenthe (facilidad asombrosa para rodar por los suelos) como centro de la ira azulgrana y arriba se fió de un genial Valdez, delantero paraguayo que firmó los dos tantos ya que Trezeguet pone el nombre y poco más.Con eso le bastó.
Recién llegado a la ciudad, Mascherano fue titular y dejó claro que no quiere engañar a nadie. Su juego no es especialmente preciosista y el Barça no brilla sin Xavi, afirmación rotunda que no merece discusión. Sin él, los otros son menos buenos y basta con ver el primer tiempo de Iniesta, tan intermitente como el de Messi o David Villa. Obligados por las circunstancias, mejoró algo en la reanudación el paisaje hasta que Valdez finiquitó al conjunto de Guardiola, tan sorprendido como el socio. Esta vez le salió mal el experimento.
No hubo amago de reacción del Barcelona, confiada su afición en la remontada dando por sentado, entre risas, que el tortazo era inviable. Pero pasó, pasó porque los cambios tampoco alteraron la tendencia —horrible Alves— y porque incluso el Hércules fue a más, asomando con frecuencia el territorio de Valdés. El portero evitó un resultado bochornoso en el Camp Nou.
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