barcelona
El mismo Villa ocho meses después
El asturiano regresó a los terrenos de juego haciendo lo que mejor sabe: marcar. Jugó veinte minutos y pide paciencia
En el estreno soñado de Tito Vilanova de la herencia de Pep Guardiola, el protagonismo se lo llevó David Villa. Rehabilitado para el fútbol, volvió a saborear lo mejor de su profesión y demostrar que lleva el gol en la sangre. Quince minutos le ... bastaron para enterrar meses de sufrimiento.
Villa se fracturó la tibia en diciembre. Ocho meses después saltó al campo con la ilusión de un principiante. Su afición, que no le olvida, le recibió en pie en el Camp Nou. Como si el tiempo no hubiese pasado, se asoció con sus compañeros con rapidez, soltó taconazos, se divirtió y remató de primera a la red con la zurda la asistencia de Andrés Iniesta. "Imposible sin vosotras", lució en su camiseta. Su mujer y sus niñas. La fuerza oculta de un luchador.
Tras el partido, el delantero asturiano aseguró que la lesión ya está olvidada: "Ha sido muy bonito. Estoy muy contento por haber podido disputar esos últimos veinte minutos. Pueden parecer que no son nada, eso minutos con el partido decidido, pero para mí han sido muy intensos y me han servido muchísimo, porque mi cuerpo los agradecerá", ha comentado.
El «Guaje» fue a celebrar su con el fisioterapeuta Emili Ricart , quien ha sido su sombra en la larga recuperación, y con el que se ha fundido en un brazo tras el tanto: "Emili no ha querido dejarme solo incluso en verano. Ha hecho de fisio, de psicólogo, de amigo, de todo".
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