El Camp Nou se enciende con Pepe

Como cada vez se habla menos de fútbol en los clásicos, repetidos cada estación y a cualquier hora, Pepe monopolizó la previa, el partido y el tiempo extra. El miércoles se hizo eterno hasta las diez y pasaron tantas cosas con Pepe de por medio que él solo se lleva cien páginas y miles de horas de debate. Por la mañana, le dejó sin pena Alfredo Flórez, juez del Comité de Competición de la RFEF, implacable al no actuar de oficio con la jugada en cuestión. «Si a Messi le hubieran amputado los dedos de la manó, sí que hubiéramos intervenido» , dijo Flórez a Ona FM sin que haya prueba de audio. Y a partir de ahí, todos contra Pepe. Un socio del Barcelona, enfadado, se presentó en un juzgado de guardia en la noche del martes y denunció a al central brasileño. El denunciante es Stefan Froreich, socio número 91.099, de nacionalidad alemana, que acusó al futbolista de un delito de lesiones previsto en el artículo 147 del Código Penal. «No sé lo que otros piensan, pero creo que es mi obligación hacerlo, porque esas personas son un ejemplo», se explicó. «¿Qué le digo a mi hijo de diez años?», se preguntaba el socio indignado.

Más o menos igual que los eurodiputados catalanes Ramón Tremosa (CiU) y Raúl Romeva (ICV), que censuraron el pisotón en una pregunta parlamentaria ante la Comisión Europea. «¿Cree la CE que estos hechos tan graves, vistos por millones de personas, incluidos niños, deben quedar impunes? ¿Está satisfecha la CE al saber que ningún comité de competición no se está ocupando de este episodio de violencia en el deporte?», rezaba la pregunta. Y luego habló el Camp Nou, volcánico. «Ya te gustaría ser carnicero» , proclamaba la pancarta de un profesional de la carne. Pepe aguantó, peor fue lo de Figo o lo de Mourinho, al que le dedicaron un irónico «Mourinho, quédate».