Parejo: «El Bayern es un equipo que si te puede meter ocho, te mete ocho»

Está haciendo su mejor fútbol superada la treintena, ¿a qué lo atribuye?

Sobre todo a mis compañeros. Creo que tenemos un modelo de juego aquí en Villarreal que me va muy bien porque me gusta tener mucho el balón y llevar la iniciativa. Hacemos un fútbol en el que me siento muy cómodo.

Además, se le intuye un lenguaje corporal tranquilo, calmado, ¿está también su mejor momento psicológico?

Creo que al final, no cuando eres mayor, porque me considero joven, pero cuando tienes 30, 31, 32, valoras el fútbol de manera diferente, lo disfrutas mucho más. Cuando tienes 20 o 21, el hecho de jugar en Primera es increíble, es tu sueño desde que eres pequeño. Pero ahora, yo que soy un loco del fútbol, con más de 30 años interpretas mucho mejor el juego, haces cosas para provocar ciertas situaciones, sabes lo que va a pasar o haces que pasen una serie de cosas... y cuando tú eres consciente de todo esto es cuando realmente disfrutas del fútbol.

Su salida de Valencia fue dolorosa, pero cayó de pie en Villarreal.

Cuando me transmiten que no quieren que continúe más en el Valencia, hablé con mi representante y barajamos varios escenarios. En ese momento, estando yo de vacaciones, me llamó el míster, Unai, y me comentó que le gustaría que viniese, que el estilo de juego me venía muy bien. Y la verdad es que no me lo pensé. Para mí el Villarreal siempre ha sido un gran equipo que siempre ha peleado por objetivos bonitos: por estar arriba y por intentar jugar en Europa. Además, desde el primer día que llegué, el club, mis compañeros y el cuerpo técnico me han tratado de diez, espectacular; y ya te digo, a pesar de lo que me pasó, la vida no se acaba en un sitio. Cuando una puerta se cierra, otra se abre, y, sinceramente, estoy muy contento y muy feliz aquí.

-El Villarreal le juntó con Gerard Moreno, ¿cómo influyen en el juego?

A Gerard, aunque juega de delantero, le gusta venir a recibir, le gusta asociarse, también puede correr al espacio... es claramente un futbolista al que buscas porque sabes que van a pasar cosas. Además, en espacios reducidos me parece un jugador de escándalo.

¿Y Trigueros? Los focos rara vez apuntan hacia él, pero ¿Cómo de relevante es en vuestro ataque?

Es un jugador inteligente que sabe moverse, sabe ganar espacios y tiempo en situaciones muy complicadas de espacios reducidos con el rival encima. Además, tiene la facilidad de sacar pases hacia los delanteros, hacia la última línea, para poder atacar con mucha más garantías. Tiene muy buen pie para dar el último pase.

¿Cómo está el vestuario antes de un partido tan grande? ¿Presión, nervios?

La presión la tienen que tener ellos, no nosotros. ¿Nervios? Obvio, pero ya no solo contra el Bayern, que es verdad que es un partidazo, que son cuartos de final de Champions, es que cualquier partido es importante, cualquier rival es difícil. Jugamos ante un rival que a priori sería favorito en todas las eliminatorias salvo, quizá, uno o dos como mucho. Nosotros lo respetamos, lo asumimos, pero luego el fútbol es fútbol, jugamos once contra once, hay cinco cambios y la superioridad se tiene que demostrar en el verde.

Para usted, ¿qué es lo más temible de este Bayern?

Para mí es uno de los dos o tres mejores equipos del mundo porque, aparte de tener muy buenos futbolistas a nivel individual, son muy buenos como colectivo. Llevan la iniciativa, no se cansan de atacar ni de meter goles. No es un equipo que te mete a lo mejor dos o tres goles y ya pare, tenga posesiones largas y quiera tener el balón. Es un equipo que si te puede meter ocho, te mete ocho.

¿Cree que la clave puede estar en arrebatarle el balón a los de Nagelsmann o adoptarán un planteamiento similar al de Turín?

Ahí está un poco el saber competir, el tener personalidad y en demostrarlo. Quitarle el balón es un reto, nosotros somos un equipo al que también nos gusta tener el balón y que nos gusta llevar la iniciativa, pero, evidentemente, no somos tontos. Si en un momento dado vemos que ellos, por las circunstancias que sean, dominan un poco más, pues habrá que adaptarse. Creo que los buenos equipos son los que se adaptan a diferentes situaciones o dificultades dentro de un mismo partido. Porque cada partido es un mundo y dentro de ese partido hay diferentes minipartidos y tenemos que saber competir en todo este tipo de situaciones.

Además, la ida en casa será sin la regla del valor doble de los goles a domicilio en caso de empate.

Claro, la forma de afrontar los partidos ha cambiado. Antes lo más importante era no encajar un gol en casa; ahora lo principal es ganar el partido. O sea, si luego es con más goles de diferencia, pues mucho mejor. Pero da igual ganar 4-3 que 1-0. Tenemos que ser ambiciosos porque jugamos en casa con nuestra gente.

Pese a sus últimas buenas temporadas, ¿por qué cree que ha tenido tan poca continuidad en la selección?

Pues no lo sé, la verdad. Me siento importante aquí y, bueno, mientras juegues en tu club tienes la posibilidad de poder volver a la selección. Es verdad que la competencia es grande, hay grandísimos futbolistas en la selección, pero yo trabajo cada día para ser mejor futbolista, para ser mejor persona, y ojalá pueda volver a vestir la camiseta de la selección. Para un jugador es de las cosas más importantes.