Los padres del Alaró piden perdón cinco días después

Por lo que respecta a la Unión Deportiva Collerense , su presidente, Tolo Verd, ha emitido esta tarde un comunicado en el que ha agradecido a los medios «el interés que tienen con los hechos sucedidos el pasado domingo» y, al mismo tiempo, ha anunciado que el club «no hará más declaraciones». El motivo de esa decisión es que, según ha explicado Verd, «ya es el momento de devolver la normalidad a la vida deportiva de todos los federados, sobre todo los jugadores y jugadoras» y de «dejar que hagan su trabajo las autoridades civiles y las deportivas».

Cabe recordar que el citado encuentro de infantiles fue suspendido en torno al minuto 60, cuando varios jugadores advirtieron al árbitro de que un futbolista del Alaró estaba persiguiendo y dando patadas a un jugador del Collerense. En ese momento, según recoge el acta, varios seguidores del equipo visitante saltaron al césped, al parecer para intentar frenar esa agresión. Instantes después, quienes saltaron al terreno de juego fueron los aficionados del Alaró. A continuación, varios seguidores de ambos equipos, en su mayoría padres de los menores, protagonizaron una batalla campal en las gradas que acabó con varios heridos leves y la presentación de denuncias ante la Guardia Civil.

A lo largo de esta semana, han sido tomadas ya varias medidas por parte de los dos clubes implicados, la Federación Balear de Fútbol y las autoridades de la Comunidad. Así, el Alaró acordó el lunes retirar de la competición a su equipo de fútbol infantil. Por su parte, el Collerense acordó apartar de la disciplina deportiva del club a los dos jugadores cuyos familiares participaron activamente en los desagradables incidentes. Además, las personas implicadas en la pelea declararon ya ante la Benemérita.

Por lo que respecta a la Federación de Fútbol de las Islas Baleares (FFIB), decidió presentar una denuncia ante la Fiscalía por los hechos ocurridos el pasado domingo e informar de los mismos a la Delegación del Gobierno. Con posterioridad, se acordó que este fin de semana se pararán todos los partidos durante un minuto , como señal de protesta por los hechos del pasado domingo. Además, en el campo del Alaró se repartirán folletos con un código ético contra la violencia.

Por su parte, los árbitros de Baleares han propuesto que en un futuro los insultos en el campo tengan consecuencias sobre el desarrollo de los partidos. En ese sentido, defienden que tras un hipotético primer insulto se informe al delegado de campo y que en caso de que las descalificaciones personales vuelvan a repetirse se suspenda el encuentro. Desde la Federación Balear de Fútbol se ha propuesto también grabar todos los partidos que se disputen.