La notable diferencia entre las primas de Barça y Madrid

El gran objetivo del Barcelona para esta próxima temporada es desbancar al equipo blanco del puesto más alto del podio europeo. Su hegemonía en España, con siete de las últimas diez Ligas disputadas y seis Copas del Rey en la última década , las cuatro últimas de forma consecutiva, ya no satisface al socio culé, que asiste impotente al reinado del Real Madrid en Europa. Lo tienen claro en la zona noble del club catalán. La Champions es el torneo que da prestigio, que más réditos genera en un momento en el que los gastos se acercan peligrosamente a los ingresos, es la competición que más visibilidad tiene a nivel mundial y, por tanto, más patrocinadores e inversores atrae. Y la política de premios se refleja en ello.

Si el próximo año el Barça gana la Champions cada jugador percibirá un millón de euros por los 750.000 que ganarían por la Liga. La Copa se valoraría en 250.000 euros pero únicamente si se acompaña de Liga o Champions. Y el tan ansiado triplete reportaría a cada jugador azulgrana dos millones de euros. En cada temporada el Barça presupuesta alcanzar los cuartos de final de la Champions y la semifinal de Copa. Todo lo que sea quedar apeados antes genera gastos, aunque ganar los títulos suele descompensar el presupuesto. Javier Faus , exvicepresidente económico del Barcelona, solía bromear asegurando que «lo ideal para todo buen gestor es llegar a todas las finales y perderlas». Era la forma de ahorrarse unas multimillonarias primas. Más en serio también justificaba esos pagos porque el Barcelona suele incluir cláusulas en sus contratos de patrocinio por las que recibe bonus por cada título. También aumenta su caché en los amistosos.

Con la lección aprendida tras tres varapalos consecutivos en la máxima competición europea (la eliminación en cuartos ante Atlético en 2016 , frente a la Juventus en 2017 y contra la Roma en 2018 adquirió más relevancia tras sendas victorias del Madrid en la competición), directiva, cuerpo técnico y jugadores tienen claro el objetivo. Carles Puyol metió el dedo en la llaga y reabrió recientemente el debate sobre las rotaciones y las prioridades. Su tuit de felicitación al Madrid se interpretó como una crítica a la gestión de Valverde. «Cuatro Champions con uno de los mejores Barça de la historia… Tenemos que reflexionar en las prioridades», publicó el excapitán. Posteriormente, se explayó en una explicación mucho más detallada y que no deja de ser una de las conclusiones a las que se ha llegado en el seno del club azulgrana: «Tenemos un equipazo y tenemos a Leo. Creo que la Champions marca mucho a nivel global y también en la designación del ganador del Balón de Oro. Los jugadores llegaron al partido de Roma cansados», lamentó