«¡No perdamos la pelota!»
El balón, el secreto del fútbol. Unos lo regalan, pero ni Barcelona ni Manchester están por la labor. A ambos les encanta tenerlo en su poder y hoy, el que lo haga suyo, tendrá mucho ganado. «Ahí está la clave», esgrime Xavi, «no podemos darles ... ni una concesión. ¡No podemos perder el esférico!», exclama. «Si no tenemos la posesión, vamos a sufrir muchísimo. Montan contras rapidísimas y en tres o cuatro pases se te ponen delante del portero», añade Gerard Piqué, que se sabe los trucos del rival a las mil maravillas.
Nadie se espera un partido áspero y tacaño como los que se jugaron ante el Chelsea y ya se encarga Ferguson de descartar esa hipótesis. «Queremos la pelota, será crucial ese aspecto como interesante la lucha por hacerse con ella», apunta el escocés. «Seguramente la tendremos más nosotros, sólo sabemos jugar de una manera», replica Samuel Eto´o. «Hay que mover rápido, hacer que corran más», sostiene Puyol.
Con todo, lo que más preocupa al Barcelona es precisamente mantener su propio estilo. «Hemos llegado aquí con una filosofía y tenemos que mantenerla», reclama Touré Yayá. «Ganaremos con nuestras armas», dice Keita. «Si nos dejamos llevar por su ritmo, nos va a ir mal. Pero estamos confiados en este sentido, siempre hemos dado la talla», recuerda Xavi.
Otro detalle muy a tener en cuenta por los azulgrana es el juego aéreo y las jugadas a balón parado, quizá el punto más débil de este Barcelona esplendoroso. «Hay que estar muy atento en esas jugadas, la estrategia puede decir una final», reflexiona Valdés, al que no le gusta demasiado los extraños que hace el balón de la Liga de Campeones. «Ellos, como todos los británicos, dominan bien ese arte, en eso son mejores», comenta Piqué. «Lo sufrimos contra el Chelsea, pero nos defendemos mejor de lo que piensa la gente», apunta Sylvinho.
Y enfrente Cristiano Ronaldo, al que Valdés lo quiere bien lejos. «Mejor que aparezca poco por mi zona, hay que tenerle muy controlado porque no para de moverse». Sus disparos de media distancia inquietan al Barça.
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