Lopetegui, fútbol de toque y de contragolpe

El sector «andalucista» de los internacionales, con Ramos al frente, prefería a Caparrós, sin desmerecer a «Julen» por su amistad generada en el Sevilla. Conocen bien a Lopetegui y harán piña con él para devolver a España al nivel que le corresponde por calidad. Camacho tenía menos opciones porque era regresar al pasado. Se buscaba un preparador más joven. Aquí está.

La verdad es que la primera idea de Ángel Villar era nombrar a Ernesto Valverde, un preparador que cumplía los requisitos que se buscaban, especialista en el fútbol de presión y contragolpe, con sabiduría en las acciones de estrategia a balón parado . Pero el extremeño no ha querido dejar el Athletic, ahora que ha sido elegido el mejor entrenador de la Liga por la UEFA. El presidente de la Federación Española llamó entonces a Lopetegui y el guipuzcoano tuvo que cortar sus negociaciones con el Wolwerhampton inglés porque el reto de España es irrechazable.

Se la juega y no le importa. Piensa que puede mejorar el rendimiento del equipo a partir de la calidad y el toque como premisas innegociables, pero con nuevas variantes . Es su objetivo.

Lopetegui ensalza el trabajo realizado en la selección desde hace diez años, para advertir que España necesita saber jugar a otras cosas cuando el talento de nuestros futbolistas no está fresco o no le puede dar la velocidad deseada a ese fútbol de creación. Ante los cerrojos de los rivales hay que buscar alternativas. Otras cosas.

El nuevo responsable opina que la selección tiene que saber esperar y jugar al robo y contragolpe, aprovechando la velocidad de Morata, Nolito, Alba, Juanfran o Carvajal, por ejemplo, cuando no se puede ganar jugando al ataque clásico. Ante las murallas de los enemigos hay que dar una vuelta de tuerca estratégica. Tenemos mimbres para ello. Con Morata, Isco, Koke y De Gea ganó el Europeo sub 21, al ataque y al contraataque.

En el mismo sentido, Lopetegui señala que también hay que saber ganar por una tercera vía, con acciones de estrategia en saques de esquina y faltas, cuando no se consigue por fútbol. El técnico valora que España ha de utilizar con eficacia los tres estilos para saber triunfar. Selecciones muy inferiores a la española han llegado a semifinales y cuartos de final de la Eurocopa con una férrea disciplina defensiva, sin tener el balón y con un gran fútbol aéreo. El «antifútbol» se ha impuesto sobre los conjuntos dominadores clásicos. Lopetegui medita por ello que hay que jugar bien y además saber sacar esas armas del contraataque y el remate por alto para sortear a esos adversarios que se basan en la destrucción del juego del equipo teóricamente superior.

Firma por dos años. Hablará con Del Bosque. Y comenzará esa «evolución» tranquila, que consiste en añadirle otras formas de victoria al fútbol de toque, mando y ataque. El reto no le arredra. Lo deseaba. Quiere moldear una España más moderna. Iniesta y Morata. Silva y Carvajal. Dos estilos.